El Fondo Monetario Internacional –FMI- quiere imponer una reforma impositiva y la eliminación de subsidios, pero al parecer no le importan las consecuencias sociales de esas medidas.
Los técnicos llegan cargados de sus expectativas y al final del tours son claros en que hay que aplicar reformas tributarias, reducir los subsidios y firmar un nuevo pacto eléctrico, con casi seguro aumento de las tarifas.
Es una receta amarga y de dolorosa aplicación, por lo que la sensatez se va a imponer y las autoridades rechazaran esta camisa de fuerzas que se le quiere poner al país.
En estos momentos es odioso hablar de eliminación de subsidios, y de cualquier tipo de reforma fiscal. Estamos ante una prima del dólar totalmente inestable, aunque puede ser controlada por las autoridades, y aumentos escalonados en los artículos de gran consumo –incluyendo la comida-, y los servicios.
Cierto que una reforma tributaria se impondrá tarde o temprano, lo que la congela es el temor de eventualidades que podrían acarrear medidas de este tipo. No hay las mínimas condiciones para un reajuste de la tarifa energética, cuando el país es sometido a largas tandas de apagones, y hay denuncias de que la tarifa llega alterada a muchos usuarios.
Cuando se pueda garantizar una energía estable sería el mejor momento para hablar de pacto eléctrico, que puede llevar a un reajuste general de la tarifa. El problema de los economistas internacionales es que no hacen sus predicciones tomando en cuenta el factor y las coyunturas ciudadanas.
Con los precios actuales de los alimentos, a nadie se le podría ocurrir plantear eliminación de subsidios para el campo. Ya la ciudadanía no soporta más alzas en el valor de los comestibles y los servicios.
Cierto que hay desarrollo económico en diferentes áreas de la economía nacional, pero a nivel general la pérdida de valor del peso arrincona a los de bajo recursos, con salarios deprimidos o rodeados por el pleno desempleo.
Hay que pensar en la creación masiva de empleos. Aquí puede jugar un papel estelar el sector privado, supervigilado por el Estado. Los pasos más firmes se dan en el área del turismo, que es grandemente beneficiada con la alta prima del dólar. Hoy, el turismo es uno de los renglones básicos de la economía nacional..
Viendo las recomendaciones primarias de los técnicos del FMI se llega a la conclusión de que sólo están calentando el brazo y que las recomendaciones más radicales llegarán después. ¡Esperemos a ver!.
Por: Manuel Hernández Villeta