Las curaciones caseras se usan en todo el mundo. En algunos pueblos, los
remedios tradicionales han pasado de padres a hijos por cientos de años.
Muchos remedios caseros hacen bastante provecho. Otros hacen menos. Y algunos hacen daño o son peligrosos. Los remedios tradicionales, igual que las medicinas modernas, se deben usar con cuidado.
Para muchas enfermedades los remedios tradicionales son tan buenos como las medicinas modernas, o hasta mejores.
A menudo son más baratos. Y a veces son menos peligrosos.
Por ejemplo, muchos de los tés de hierbas que se usan para el resfriado o la tos sirven mejor y causan menos problemas que los jarabes y las medicinas fuertes que recetan algunos médicos.
También, el agua de arroz, los tés o las bebidas dulces que muchasmadres dan a sus bebés cuando tienen diarrea son menos peligrosos y sirven mejor que cualquier medicina moderna. Lo importante es que el niño tome suficiente líquido.
Los límites
Los remedios caseros ayudan a aliviar algunas enfermedades, pero otras deben curarse con la medicina moderna, como por ejemplo, todas las infecciones graves.
Las enfermedades como pulmonía, tétano, fiebre, tifoidea, tuberculosis, apendicitis, enfermedades causadas por el contacto sexual y fiebre del parto deben tratarse con medicinas modernas lo más pronto posible. No pierda tiempo intentando curar estas enfermas con remedios caseros.
A veces es difícil saber si un remedio casero sirve o no.
Algunos métodos modernos para cuidar la salud son mejores que los antiguos, pero a veces los antiguos hacen más provecho. Por ejemplo, las maneras tradicionales de cuidar a los niños o a los ancianos, a menudo son más cariñosas y efectivas que los métodos modernos, que son menos personales y amistosos.
Hace pocos años todos creían que la leche de pecho era la mejor manera de alimentar a los bebés. ¡Y tenían razón! Pero las grandes compañías que producen leche enlatada y artificial lograron convencer a muchas madres de que la leche en biberón era mejor.
Eso no es verdad, pero muchas madres lo creyeron y empezaron a darles biberón a sus bebés. Como resultado, miles de bebés han sufrido y han muerto de infecciones o de hambre. Para saber por qué la leche de pecho hace más provecho.
Creencias que curan
Algunos remedios caseros tienen un efecto directo sobre el cuerpo. Otros parecen servir sólo porque la gente tiene fe en ellos. El poder curativo de la buena sugestión puede ser muy fuerte.
Existe el caso de un hombre que se torcía por el dolor de cabeza que traía. Una mujer le dio un pedacito de camote y le dijo que era un calmante muy fuerte. Así se le calmó el dolor.
Su fe en el remedio, y no el remedio en sí, fue lo que lo hizo sentirse mejor.
Por eso algunos remedios caseros son especialmente útiles para curar enfermedades debidas en parte a la mala sugestión, las creencias, las preocupaciones o el miedo.
Tales enfermedades incluyen el hechizo o susto, miedo irracional o histérico, algunas dolencias vagas (sobre todo en quienes están pasando por temporadas difíciles).
También se incluyen algunos casos de asma, hipo, agruras, úlceras del estómago, jaquecas y verrugas.
Es importantísimo que el curandero o trabajador de la salud tenga un estilo cariñoso y buena mano. Lo principal es convencer al enfermo de que se va a aliviar y ayudarle a estar más tranquilo.