República Dominicana propuso ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la negociación de la deuda externa de los países pobres y la creación de un fondo especial de apoyo a los sistemas alimentarios y de salud para enfrentar la expansión de la covid-19.
La propuesta, a nombre del país, fue hecha por el canciller Miguel Vargas, durante la intervención en una sesión virtual del Consejo Permanente de la OEA sobre “la situación de la pandemia de covid-19 en el hemisferio y los retos que el panorama financiero y económico imponen a los sistemas democráticos de las Américas”.
Durante la cita, promovida por Costa Rica y coauspiciada por República Dominicana, el diplomático expuso que esta calamidad extraordinaria amerita «de acciones contundentes, fuertes y conjuntas entre todos los países miembros.
Dijo que esas acciones deben llevar como bandera el valor de la vida, la defensa de los derechos humanos fundamentales y la solidaridad”.
Manifestó que, ante la disminución de la capacidad de generación de divisas y otros perjuicios que acarreará la pandemia, todos los estados y organismos multilaterales negocien las obligaciones de pagos por concepto de deuda extranjera con sus deudores, “especialmente los países que no formen parte de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE)”.
En cuanto al fondo especial en materia de alimentación y salud, el ministro de Exteriores sugirió que esta iniciativa sea coordinada por distintas agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “con el único objetivo de fomentar la habilitación, capacitación y adaptación de los sistemas alimentarios y de salud, de los países del mundo; especialmente de los países en vía de desarrollo”.
Asimismo, exhortó a los países de la región a crear mecanismos que permitan compras conjuntas de insumos para la atención sanitaria del coronavirus y el suministro de alimentos a las poblaciones.
El canciller Vargas resaltó que en momentos como éste toman especial relevancia las estrategias en pro de la seguridad alimentaria implementadas por República Dominicana, que permiten la producción local de más de 80% de los comestibles que consume la población, al tiempo que se mantiene la estabilidad en los precios y suministro.
“Igualmente, se prevé que nuestra economía logre cerrar el año sin caer en recesión”, puntualizó el funcionario. Explicó que el desempleo generado por las medidas de contención del COVID-19 forzará a la población a depender de la capacidad de respuesta de los sistemas e instituciones estatales. Dijo que hoy más que núnca se requiere de un estado social.
UN APUNTE
Aislados
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que un promedio de 2 mil 700 millones de empleados en el mundo está en aislamiento, con motivo del covid-19, lo que implica una paralización global de la economía. La Organización Mundial del Comercio proyecta, además, una reducción del comercio global de hasta un 32 por ciento.