¿Cuáles son los alcances de las acciones paradiplomáticas, y cuál es su carácter, en el ámbito de las relaciones internacionales contemporáneas?
La actividad internacional de los “gobiernos no centrales”, denominada paradiplomacia, es actualmente objeto de un considerable interés. Tales acciones dan cuenta de nuevas aristas de la realidad internacional con la emergencia, en este ámbito, de actores “subnacionales” que suelen establecer contactos permanentes o “ad hoc” con entidades públicas extranjeras con el propósito de promover “aspectos socioeconómicos y culturales”.
Como ejemplos ilustrativos de acciones internacionales de “gobiernos no centrales”, se pueden señalar las realizadas por Quebec (Canadá), el País Vasco (España) .Asimismo Puerto Rico (“Estado Libre Asociado” de EE UU), entre otros. Igualmente, constata Aranda, se enmarcan en tal dinámica, condicionadas por particularidades, “las relaciones transfronterizas” establecidas entre las regiones chilenas de Tarapacá, Arica y Parinocota y sus pares de Perú y Bolivia.
Debe resaltarse, en dichas acciones la participación de los Ministerios de Relaciones Exteriores, por corresponderle garantizar fiel observancia del principio de unidad de acción exterior del Estado .Asimismo, en la coordinación de la acción exterior de las regiones.
En efecto, en Chile existe una unidad dentro de su Cancillería, denominada Dirección de Coordinación Regional (DICORE), con responsabilidad de apoyar y coordinar a las regiones y municipios de Chile en la realización de proyectos e iniciativas internacionales. Igualmente, la DICORE facilita la vinculación de los gobiernos regionales y locales con la propia Cancillería y, consecuentemente, con la red de embajadas, misiones permanentes y consulados.
Procede precisar que, fundamentándose en el nivel de los vínculos establecidos entre las diversas “unidades diferenciadas” y el estatus de los actores que interactúan en la dinámica de la política internacional, se han establecido, gradaciones que van desde la paradiplomacia, continuando con la protodiplomacia, hasta llegar a las relaciones diplomáticas plenas ( tratadas ampliamente en columnas precedentes).
Debe puntualizarse, que la paradiplomacia se refiere, básicamente,
a las gestiones, procesos y redes mediante los cuales los “gobiernos subnacionales” buscan establecer vínculos y contactos de cooperación con gobiernos centrales extranjeros o bien con otros “gobiernos subnacionales”.
Los objetivos de tales actividades allende las fronteras nacionales, suelen ser el comercio exterior, búsqueda de inversiones, el turismo, protección del medioambiente, intercambios culturales, y deportivos. Igualmente, otros asuntos de importancia regional y temas políticos “de segundo nivel”.
En lo relativo a las citadas gradaciones, en el ámbito de la paradiplomacia, se califica como protodiplomacia a las gestiones en el extranjero de un “gobierno no central” con la particularidad de “que ofrece un mensaje, más o menos separatista” (Duchacek). Es decir, son iniciativas y actividades de un “gobierno subnacional” que aspira a establecerse como Estado plenamente soberano.
Por último, en lo relativo a las denominadas misiones paradiplomáticas, conforme lo establecen tratadistas contemporáneos, son aquellas representaciones que aunque desarrollan actividades que podrían considerarse, de cierto carácter diplomático en su contenido, no son por su naturaleza misiones diplomáticas, al no responder a los requerimientos de las mismas en cuanto al régimen jurídico por el que se rigen.
 
            
            
            
            
            
 
                                
                                
                                
                                
                                