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Respuestas a inquietudes diplomáticas

Respuestas a inquietudes diplomáticas

Manuel Morales Lama

manuelmoraleslama@gmail.com

¿En qué medida las acciones directas de los mandatarios y cancilleres están sustituyendo el rol de las misiones diplomáticas?

En las últimas décadas se ha redimensionado el rol de los mandatarios (jefes de Estado o de Gobierno), y de los ministros de Relaciones Exteriores, en lo concerniente a la ejecución de la política exterior, en el contexto de la llamada diplomacia directa (sin la intermediación de la misión diplomática permanente); compartiendo, de ese modo, el preponderante rol que habitualmente corresponde a la misión diplomática permanente, en lo relativo a la ejecución de esa política.

No obstante en tal contexto es justo reconocer las imprescindibles responsabilidades que son de la competencia de dichas misiones diplomáticas permanentes, hoy en día, en las referidas ejecutorias (de mandatarios y cancilleres) en el exterior, en el ámbito del ejercicio de la denominada diplomacia ad hoc.

Al respecto debes recordarse las fundamentales obligaciones que deben asumir las citadas misiones diplomáticas, cuando dichos dignatarios encabezan misiones especiales, o participan en cumbres y en visitas oficiales (o de otra naturaleza) e incluso en delegaciones para asunción de mando, tanto en las necesarias acciones previas a éstas como dándole el debido soporte en el curso de las mismas y, sobre todo, a dichas misiones les corresponde dar el imprescindible seguimiento que ameritarían los resultados de esas ejecutorias, entre otras ineludibles responsabilidades para las cuales se consideran aún insustituibles las misiones diplomáticas permanentes, especialmente cuando cuentan con el manejo profesional que demandan de conformidad con las “normas de convivencia internacional vigentes” y la legislación de cada país.

¿A qué se denomina fila de recibo en determinados actos diplomáticos y en otros de carácter oficial?

Conforme a la naturaleza de los actos, los invitados se deben recibir en la puerta del salón donde tendrá lugar la actividad en cuestión, los anfitriones y si lo hubiera el invitado de honor, situados inmediatamente luego de estos en lo que se llama en el ámbito del denominado “arte de la etiqueta”, fila de recibo.

En el caso de celebraciones en misiones diplomáticas, suelen acompañar al jefe de misión y a su cónyuge los demás funcionarios diplomáticos que integran la misión, colocados de acuerdo al orden jerárquico establecido.

En un banquete o recepción ofrecida a un jefe de Estado, este será esperado y despedido en la puerta de la calle por un funcionario de la embajada de alta categoría, y en la puerta principal, por el jefe de la misión. La fila de recibo que es una formal bienvenida a los invitados puede durar de 18 a 30 minutos, a menos que la espera de un invitado especial prolongue su duración.

En las ocasiones en que el jefe de misión se retire de la fila de recibo para departir, debidamente, con sus invitados, porque la mayoría de estos han llegado, el funcionario de su misión que le sigue en categoría lo reemplazará en la puerta, en compañía de otro funcionario, el cual debe prevenir al jefe de la misma de la llegada de una personalidad y conducirla hacia él.