Opinión Articulistas

Robertoy el PRM

Robertoy el PRM

Chiqui Vicioso

Cuentan que Balaguer expresó en múltiples ocasiones su gran frustración cuando el entonces PRD le sorprendía con manifestaciones masivas frente a sus desafueros.

Con una labor sistemática de exterminio, Balaguer había logrado diezmar la izquierda, porque esta tenía estructura y era fácil de neutralizar. Balaguer no entendía por qué no importaba cuántos perredeístas asesinara, no podía destruir la organización, sencillamente porque era un sentimiento nacional que resurgía cuando se presentaban las coyunturas, y luego se diluía hasta la próxima contienda.

De ahí el inigualable liderazgo de Peña Gómez y el carisma de Hipólito, independientemente de sus reconocidas equivocaciones. Creo que con el PRM sucede algo parecido. Es un salcocho de tendencias sin una línea partidaria claramente definida, y múltiples caciques y caciquitos regados por el país.

Esa deficiencia conceptual tiene su ventajas, pero también sus desventajas, ya que carecer de una línea claramente establecida, permite que el gobierno se nutra no de los militantes del PRM, sino de sus allegados, quienes no necesariamente reflejan el sentir partidario, o nacional.

República Dominicana ha sido inconsultamente arrastrada, en el caso de Venezuela, al bloque de los países de extrema derecha de la región, y ello ha sucedido por la cercana relación de amistad que existe entre nuestro canciller Roberto Alvarez, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, (reconocido violento enemigo de Maduro), que de secretario y coordinador no tiene nada, como le reclamara México.
Roberto, ademá, ha actuado unilateralmente frente a los procesos y protocolos establecidos por la cancillería, frente a asuntos de personal, cuando de sus simpatías o antipatías se trata.

Está muy difundido ya el famosos caso donde ha perseguido con saña a una funcionari a solo porque el presidente la contactó directamente para agilizar asuntos de urgencia. A su ver, nadie, excepto él, tiene derecho a comunicarse con el presidente.

Son gajes del carácter, perfectamente legítimos, cuando no se afecta con los impulsos, compulsiones, simpatías o antipatías, el devenir no ya de una funcionaria, sino de toda una nación, porque los problemas de Venezuela los tiene que resolver Venezuela, no la República Dominicana, que además está en deuda con la hermana nación desde hace décadas.

Ignoro la formación profesional del Sr. Paliza, de quien se rumora está interesado en ser Canciller. De el solo conozco el aroma del café de mi infancia, pero quizás su elección como Canciller asegure que sea la línea del PRM la que prime en nuestra posturas internacionales, y no la de una persona, con derecho a sus opiniones, pero en su casa.

Normarnos por lo que dicta Almagro, apoyando a González, nos ensucia.