¿Qué Pasa?

Salud mental de adolescentes peligra con redes sociales

Salud mental de adolescentes peligra con redes sociales

El uso constante y excesivo de las redes sociales, sigue siendo objeto de estudios de profesionales de la salud física y la conducta, quienes frecuentemente señalan las consecuencias que esto puede acarrear.

Los adolescentes son uno de los principales focos de análisis en este hábito tecnológico, llegando al punto en que se han citado investigaciones que asocian este uso excesivo de las redes sociales con problemas de salud mental en estas edades.

El psicólogo Ricardo Pichardo, abunda que las consecuencias más frecuentes en los adolescentes son: trastorno del sueño pues la luz azul de las pantallas y la hiperestimulación mental pueden interferir con la producción de melatonina, provocando insomnio o sueño fragmentado; ansiedad social, por la necesidad constante de validación a través “me gusta”, comentarios o seguidores, puede generar estrés y una imagen distorsionada de uno mismo; depresión, pues se puede fomentar comparaciones sociales poco realistas, sentimientos de inadecuación y baja autoestima.

Otra consecuencia que menciona el experto es el aislamiento, pues paradójicamente, aunque las redes conectan, el abuso de estas puede provocar desconexión del entorno físico y familiar; En este punto, surge la preocupación de los padres que no saben cómo competir con estas redes o hacer que sus hijos compartan más tiempo en la vida real.

Alertas para los padres

Pichardo explica que es importante que los padres observen los cambios en las conductas de sus hijos como: irritabilidad, aislamiento, bajo rendimiento académico o trastornos del sueño, los cuales podrían ser signos de uso problemático de las redes sociales. Lo primero es que ningún niño debería tener celular antes de los 13 o 14 años.

Lo que ahora vemos es un uso cada vez más temprano de estos aparatos que pueden ser adictivos. Una de las herramientas que pueden utilizar los padres es hablar del tema, pero sin juzgar o sin pelear”. Detalla que esto significa abrir espacios de diálogo donde el adolescente pueda expresar lo que vive en redes sin miedo a ser castigado.

El uso constante y excesivo de las redes sociales, sigue siendo objeto de estudios de profesionales de la salud física y la conducta
Ricardo Pichardo

“Como padres deben estar atentos a su mundo digital, por ejemplo, preguntar qué aplicaciones usan, con quién interactúan, qué les gusta de esas plataformas. Es necesario supervisar sin invadir, esto es posible con aplicaciones de control parental que permiten conocer el tiempo de uso sin violar la privacidad”, abunda.

¿Cómo poner controles?

Lo más recomendable –aconseja el psicólogo- es establecer horarios y rutinas, que quizás no logren quitar las pantallas todo el tiempo, porque es imposible, pero si limitar el uso de las mismas a ciertos horarios, luego de haber cumplido con las tareas asignadas o limitarlo antes de dormir. A la hora de la comida, limitar su uso en el comedor, es una buena estrategia, para cuidar esos momentos de compartir en familia.

“Es importante enseñar con el ejemplo. Si como padre, vivo conectado al celular aun incluso, luego del trabajo, estoy modelando esta práctica. Promover actividades fuera de pantalla como algún deporte, es una opción importante para no estar todo el tiempo conectado”, dijo. Pichardo concluye que en países como República Dominicana (y en general en América Latina), aunque no siempre contamos con estadísticas actualizadas, diversas investigaciones locales e internacionales reflejan una tendencia creciente de: uso promedio de más de 3-4 horas diarias en adolescentes; inicio temprano en redes (8-10 años en algunos casos); aumento de casos de ciberacoso y sexting entre escolares.