Nueva York.– Durante el 26º Festival Anual de The New Yorker, Sarah Jessica Parker protagonizó una conversación íntima y profunda en la que repasó su trayectoria artística, el impacto de Nueva York en su vida y las decisiones que marcaron su carrera.
Entrevistada por Rachel Syme, la actriz reveló momentos clave que moldearon tanto su identidad profesional como personal, desde sus primeros pasos en Broadway hasta convertirse en un ícono global gracias a Sex and the City.
¿Cómo fue el inicio de Sarah Jessica Parker en Broadway y su carrera?
Parker recordó su llegada a la ciudad a los 11 años para audicionar en Broadway, una experiencia que la deslumbró y definió su futuro.
«La ciudad me invadió, me sedujo. No puedo explicar la manera en que me marcó», confesó, evocando taxis amarillos, puestos callejeros y la sensación de estar en un lugar vibrante y lleno de posibilidades.
La actriz también habló sobre sus dudas iniciales al recibir el guion de Darren Starr para Sex and the City. Aunque el papel de Carrie Bradshaw la convertiría en una figura emblemática, al principio no estaba convencida de trabajar en televisión ni de participar en escenas de desnudo.
Otros intereses y compromisos mantiene Sarah Jessica Parker
«Mi única reserva era el tema de la desnudez, pero Darren me dijo: ´No lo hagas si no quieres´», recordó. Ese gesto de respeto fue decisivo para aceptar el proyecto y, más tarde, asumir la producción pese a no sentirse preparada para ello.
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Parker repasó la evolución emocional de Carrie, a quien siempre vio como una mujer curiosa, vulnerable y en búsqueda constante. También destacó la exigencia física de la serie: largas jornadas corriendo por la ciudad en tacones, caídas ensayadas y escenas cómicas que requerían precisión coreográfica.
El teatro sigue siendo un pilar en su vida, aunque reconoce que el miedo escénico nunca desaparece. A eso se suman sus proyectos literarios con su sello SJP Lit y su experiencia como jurado del Booker Prize, donde leyó 166 libros en menos de un año.
Además, reafirmó su compromiso con instituciones culturales como la Biblioteca Pública de Nueva York y organizaciones cívicas que promueven la participación democrática.
En cuanto al futuro, sorprendió al confesar un interés por la diplomacia y el servicio exterior, aunque admite que hoy pertenece a un ámbito distinto.

