Editorial

¿Secreto de Estado?

¿Secreto de Estado?

El canciller Carlos Morales Troncoso solicitó una licencia médica que ya se prolonga por casi cuatro meses para ser tratado en Estados Unidos sobre una enfermedad de la que se dice se recupera satisfactoriamente, por lo que es promovido como candidato a la presidencia del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), aunque no ha reasumido sus funciones en ese ministerio.

Desde el 23 de septiembre de 2013, cuando el ingeniero Morales Troncoso resignó temporalmente sus funciones al vicecanciller José Manuel Trullols, Gobierno, Cancillería ni el propio ministro han ofrecido información sobre cuándo reasumiría el cargo o, por lo menos algún detalle sobre su situación de salud.

Durante el largo período de tratamiento médico, el ministro de Relaciones Exteriores no ha ofrecido declaraciones de ningún tipo ni la Cancillería emitido algún boletín sobre su estado de salud. Ni siquiera se sabe si está dentro o fuera del país. A pesar del despliegue de esa cortina de incertidumbre, el nombre del ingeniero Morales Troncoso ha sido incluido como candidato a reelegirse en la presidencia del PRSC, sin que se sepa si el funcionario autorizó a sus partidarios impulsar esas aspiraciones.

A la población le asiste derecho de conocer la situación de salud de cualquier funcionario con posición relevante en el Gobierno o en el Estado, máxime si se mantiene alejado de sus funciones por casi cuatro meses, por lo que no es aceptable que se alegue respeto a la vida privada para justificar tan extraño hermetismo.

No parece prudente que el nombre del canciller en licencia se promueva por todo el territorio nacional en la campaña electoral interna de su partido, pero Gobierno y Cancillería rehúsan siquiera informar si Morales Troncoso retornará o no a unas funciones de naturaleza pública incompatible con secretos o discreciones personales.

Durante los cuatro meses de ausencia del canciller titular, ese ministerio ha debido desempeñar tareas trascendentes para solucionar conflictos o dificultades en las relaciones de República Dominicana con Haití y afrontar una cruenta campaña de descrédito internacional contra el gentilicio nacional.

Con el mismo fervor con que se ruega por el pronto restablecimiento del ingeniero Morales Troncoso, se exige al Gobierno ofrecer a la población informaciones precisas sobre la situación de salud de ese funcionario público, así como la debida certidumbre sobre su retorno a la Cancillería, sin que ese ni ningún otro caso similar se trate como si fuera un secreto de Estado.

El Nacional

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