Opinión Articulistas

Senasa y auditor

Senasa y auditor

Orlando Gómez

A partir de la situación que se ha venido suscitando en la ARS estatal Senasa, el Presidente Abinader anunció que se estarán estableciendo los controles necesarios en la entidad para evitar actos de corrupción conforme los resultados de la investigación que realice el Ministerio Público.

Debe llamar la atención que SeNaSa opera dentro de un sector regulado, e indistintamente de los puntos más finos que pudiera revelar la investigación del Ministerio Público, es posible que aparezcan fallos en uno de los controles más importantes de la entidad como lo es el de la auditoría externa.

Mientras nuestro país estaba muy ocupado tratando de resolver la gravísima crisis de Baninter en los años 2002 y 2003, Estados Unidos estaba terminando de atender la crisis que resultó del escándalo de Enron al poner en vigencia la ley Sarbanes-Oxley. Dada que la prioridad normativa era definir un nuevo marco legal de la regulación bancaria en República Dominicana, que resultó en la Ley Monetaria y Financiera No. 183-02, la Ley Sarbanes-Oxley no tuvo la oportunidad de influenciar y permear sobre nuestras leyes en ese momento.

Con el pasar del tiempo la regulación sobre las auditorías externas ha sido ligera, salvo la importante excepción del Reglamento de Auditorías Externas emitido por la Junta Monetaria que rige a las auditorías externas de las entidades de intermediación financiera y que está fuertemente influenciado por Sarbanes-Oxley, los demás sectores económicos, incluyendo el Sistema Dominicano de Seguridad Social, no han recibido mucha atención normativa.

El caso Senasa pudiera ser el momento Enron que la regulación de las auditorías externas estaba necesitando. El sector bancario tiene su normativa, el mercado de valores está en proceso de aprobar la suya, probablemente el CNSS se apurará a someter su propio proyecto, pero debemos estar claros que las normativas sectoriales no van a ser suficientes si estas no son respaldadas por una ley sobre las auditorías externas en sectores regulados, empresas estatales y entidades económicamente importantes, que establezcan un supervisor directo, definan la responsabilidad de los auditores externos, su mecanismo de selección y rotación, entre otros aspectos importantes.

Debe notarse que Senasa nunca llegó a publicar sus estados auditados correspondientes al año 2024, y es perfectamente posible que esto resultara de una inconformidad material levantada por sus auditores externos, pero esto no ha sido comunicado al público. Por lo que, aún en el caso de que el punto se haya levantado, la no comunicación de ello, lo que sin dudas constituiría un hecho relevante, es parte de lo que debe estar sujeto a mejores normativas.

La economía dominicana viene en franco proceso de madurez, por lo que la promoción de la transparencia en nuestros negocios se va haciendo cada vez más esencial para sostener nuestra capacidad de seguir creciendo y mejorando. Quizás esta lamentable situación sirva para impulsar los cambios que necesitamos y empecemos a construir nuestra cultura de negocios y la gestión de los mismos por un mejor camino.