Con unas elecciones a tiro de piedra es normal que los candidatos presidenciales y congresuales arrecien sus ofertas para captar el respaldo de la población.
Lo criticable, sin embargo, es que en aras de ganar prosélitos se violenten las normas sanitarias que se han adoptado para contener la pandemia del coronavirus.
Es un mal ejemplo de cualquier candidato de cualquier partido ignorar el distanciamiento físico, el uso de mascarilla o el toque de queda para conquistar el favor del electorado. Es deplorable que las necesidades de la población se utilicen para hacer campaña sobre la base de la caridad o la solidaridad.
El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Julio César Castaños Guzmán, no solo debe prevenir a los candidatos sobre las violaciones de las normas, sino actuar, de ser necesario, contra quienes expongan a la población a contagiarse con el virus.

