SANTIAGO. Familiares y amigos dieron el último adiós al empresario Antonio Pedro Haché (Anthony) en el acto de sepultura realizado ayer en el cementerio de la calle 30 de Marzo.
El sepelio del señor Haché se produjo a las 4:00 de la tarde en el mausoleo familiar, ubicado a la entrada del camposanto.
Anthony Haché falleció el miércoles, a la edad de 85 años, en la Capital y sus restos fueron velados originalmente en la funeraria Blandino de esa ciudad y traídos ayer en la mañana a la sucursal de esa empresa aquí.
Un fuerte dispositivo de seguridad sólo permitió que participaran en la ceremonia de sepultura las personas más allegadas a los parientes del fallecido, restricción que imposibilitó, incluso, la presencia de periodistas en el lugar.
El fenecido pertenecía a una familia libanesa que se radicó en esta ciudad a principios del siglo pasado, tras su llegada a Puerto Plata, la que rápidamente tomó notoriedad por su incursión en los negocios de ferretería, fundando poco después la Casa Haché, de la que fue administrador a partir de 1960.
El origen de la empresa Antonio P. Haché se sitúa a finales del siglo XIX, cuando un grupo de tres hermanos, Nacif, Julián y Antonio P. Haché emigraron desde Gazhir, Líbano, hasta República Dominicana en busca de mejores oportunidades.
En Santiago se dedicaron en un principio a la compra y venta de provisiones y para tales fines establecieron en Puerto Plata, la compañía Nacif P. Haché y Hermanos, en el año 1886.
Ante el auge económico de esta ciudad los hermanos decidieron, a principios del siglo pasado, fundar tres compañías, lo que marcó su estadía definitiva.