El presidente Danilo Medina autorizó extender por un año más el periodo de vigencia del documento emitido a favor de 143 mil extranjeros, la mayoría haitianos, que se acogieron al Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, pero que aún no han completado ese proceso.
Según el Gobierno, se trata de una decisión de carácter humanitario que se adoptó ante el esfuerzo que implica para el Estado y el costo para los inmigrantes la renovación de ese documento.
Esa medida presidencial, cuestionada por algunos sectores, les ofrece sosiego a miles de indocumentados haitianos que obtemperaron el llamado del Gobierno a inscribirse en el programa de regularización migratoria iniciado en 2015, en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Constitucional.
Las autoridades deberían evitar que esa prórroga se interprete como carta abierta a la inmigración ilegal o irregular, o que los beneficiarios puedan creer que se trata de una concesión definitiva que los exime de cumplir con el compromiso de regularizar su situación migratoria.
Preocupa que la extensión en la vigencia del carnet migratorio a extranjeros, definida por el arzobispo Francisco Ozoria de humana y social, coincida con un evidente incremento del ingreso de indocumentados por la muy porosa frontera dominico-haitiana.
Ha aumentado de manera significativa el número de indocumentados que venden chucherías en las vías públicas, que son reclutados como obreros en el sector construcción y labores agrícolas y en zonas hoteleras, sin que se sepa si la Dirección de Migración ejerce algún tipo de control.
El caso más sintomático lo representa la región este convertida en destino de una migración descontrolada que ha hecho que una enorme masa de extranjeros asuma el monopolio de los empleos, cuyo valor se ha deprimido severamente.
A lo que se aspira es a que las autoridades ejerzan adecuado control sobre una inmigración desde la frontera que hoy da la impresión de incontrolable, y a que todos los ciudadanos extranjeros estén debidamente documentados y su situación migratoria regularizada. Si no es mucho pedir.