Mientras el miedo y la ansiedad se apoderan de los haitianos frente a las amenazas del líder pandillero Jimmy Cherizier (Barbecue) de incrementar sus ataques, Estados Unidos propina un golpe que puede ser mortal para restaurar el orden y la gobernabilidad al cesar su contribución financiera a la misión multinacional de seguridad en la nación encabezada por Kenia.

El panorama en la vecina nación se torna ahora más oscuro. Si con todo y el aporte de Washington, que se comprometió a cooperar con 15 millones de dólares a través de un fideicomiso, había inconvenientes en la lucha contra las pandillas, sin los recursos a las tropas internacionales están en el limbo.

La ONU dijo que la Casa Blanca le notificó la suspensión inmediata de la contribución a la misión para la seguridad en Haití. De los fondos a la fecha solo se han invertido 1.7 millones de dólares, por lo que los restantes 13.3 quedan congelados. Sobra reconocer que el Gobierno haitiano no está en capacidad de combatir a las pandillas sin la cooperación internacional.

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Tras la decisión de Washington el único rayo que se vislumbra es la gestión que haría el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ante la Unión Europea para proporcionar más recursos a la misión internacional.

La decisión obliga a República Dominicana a fortalecer las medidas en la frontera para impedir el trasiego de haitianos que huyen de violencia y del terror de las bandas a este lado del territorio.