Pulsaciones

Sin permisividad

Sin permisividad

Aglomeraciones en mercado.

Los casos de coronavirus han tenido que dispararse al punto de solicitar la aprobación de otro estado de emergencia para que las autoridades comprendan que se necesitaba actuar frente a las olímpicas violaciones del protocolo sanitario. No solo los sectores populares ignoraron las restricciones en su afán de la lucha por la vida, sino los líderes políticos que en la campaña participaron en actividades sin mascarillas ni observar el distanciamiento social. El mal ejemplo de quienes debían ser un referente fue reproducido por la población. En los mercados, colmados, transporte de pasajeros y otras actividades apenas se utilizaba protección e incluso muchos renegaban públicamente del contagio de la enfermedad. Las autoridades solo amenazaban, pero hoy se reconoce que la flexibilidad está entre los factores que han estimulado la inquietante propagación del virus. Si las autoridades hubieran actuado frente a las violaciones, como ahora ha advertido el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, es posible que hace tiempo que la curva se hubiese aplanado. Frente a la expansión del brote las restricciones que se han reimpuesto son dolorosas, pero necesarias. Con un país que está al borde del colapso no tomar las medidas extremas empeoraría todavía más las cosas. Si algo se espera es que esta vez se actúe sin contemplaciones para superar la pandemia. Otro estado de emergencia y limitaciones de los negocios son dolorosos, pero la situación lo amerita. Por el bien de todos.

El Nacional

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