La Unión Nacional de Transportistas y Afines (Unatrafin), rechazó este lunes la supuesta persecución a esa entidad, tras los allanamientos y apresamiento de su presidente, Arsenio Quevedo, quien se presentó voluntariamente a la Policía.
A Quevedo, por presión de la fiscal del Distrito Nacional, le impusieron un año de coerción, declarando el caso complejo y fue enviado a la cárcel de Higüey.
La directiva de Unatrafin dijo que desde inicios de este año, la entidad ha sido atropellada y en varias oportunidades, como en febrero pasado, le allanaron sus instalaciones, la casa de su presidente, y sin encontrar nada comprometedor con los hechos investigados del caso del regidor Erickson de los Santos Solís.
Deploraron la actitud de las autoridades que han guardado silencio cuando Quevedo ha denunciado las amenazas de que ha sido objeto, junto a su familia, y el tiroteo a su casa, sin que hasta el momento se haya hecho la más mínima investigación.
El abogado William Garabito aseguró que el expediente en contra del profesor Quevedo, que presentó la fiscal Yeni Berenice Reynoso, está sustentado en base a falsedades.