Sectores religiosos consideran que la sociedad dominicana está enferma, lo que provoca hechos de violencia, alteraciones de normas de conducta civilizada, y plantean correctivos inmediatos.La mejor corrección para la sociedad enfermera es un mayor equilibrio social. Mejor distribución de las riquezas, y sacar de la miseria extrema a los que pasan a ser punta de lanza de la futura comisión de delitos.
Hay que priorizar como medidas necesarias para parar el caos social, a la escuela y a la familia. Una sólida enseñanza, desde los primeros años, doma los caracteres difíciles y en base a la prédica se preparan líderes del porvenir.A la familia hay que rescatarla. Hoy está enferma por la intolerancia y la prepotencia de caracteres.
El camino del rescate parte de fomentar hogares estables. El núcleo básico de la sociedad es la familia. Si tropieza, también falla el conglomerado.Hay que fortalecer la enseñanza en los sectores excluidos, no solo la básica, sino la técnica.
Abrir puertas a los muchachos que con un bachillerato bajo el brazo no sigan los estudios universitarios.Para ellos se tienen que fortalecer los institutos de preparación técnica, donde esos jóvenes podrían al finalizar los cursos, abrir sus propios talleres o tener opción de trabajo en el mercado.
No se puede pensar para el rescate social en medidas aisladas, sino en una amplia mejoría colectiva, para de esa forma ir al rescate de modo preventivo, trabajando para evitar que en el futuro se caiga en la delincuencia.Valga la preocupación de las iglesias sobre la situación actual del país, y los cuadros de violencia que se ven a diario, así como de la intolerancia general.
El llamado debe ser a toda la sociedad, para que se identifique con una cruzada unitaria para prevenir los delitos.No progresa una sociedad que se enmarca en un lateral de violencia, y donde la única forma de enfrentarla es con el plomo.
Hay que ir a los orígenes de los males sociales, para combatir las distorsiones en etapa embrionaria.La caída de las ideologías tiene mucho que ver con el tropezón de la sociedad dominicana.
La lucha ideología abría puertas a la esperanza, a los cambios sociales, a la igualdad entre todos los sectores.Todo quedó en la quimera. Las ideologías pueden ser rescatadas, pero se derrumbaron como un catillo de naipes. Hoy es preciso levantar la moral y los deseos de formar un mundo mejor, más organizado, con menos violencia y con la esperanza de mejorías.