¿Qué Pasa?

Todavía faltan más de “Mil historias” por contar

Todavía faltan  más de “Mil historias” por contar

En un mundo convulso y donde el morbo reina en gran parte de los medios de comunicación, parecería normal que, en sus inicios, muchos pronosticaran una corta duración a un programa que relata historias positivas e inspiradoras con el título de “Mil historias”.

Los ataques a veces logran que los inseguros no persistan, pero para Judith Leclerc fue como las espinacas de Popeye el Marino en sus buenos tiempos. Cuando no la sentimos es cuando más lucha, y en las ocasiones en que no la vemos, anda en cualquier rincón del país, detrás de las historias maravillosas menos imaginadas y que ya, después de 10 años, son noticias para muchos.

Dice que su producción va excelentemente bien y menciona un hecho que lo atestigua. “Cuando ves que casi todos comenzaron a copiar un concepto creado muchos años atrás, cuando yo no sabía que podría existir con el tiempo. Hoy día me llena de mucha alegría ver que ya casi todo mundo cuenta historias positivas, que era justo lo que yo soñaba, que la gente del pueblo fuera la real protagonista”.

La experimentada periodista analiza que ante la debacle de los valores que está viviendo el país y el mundo, cada vez hacen más falta programas como «Mil historias», que a través de las historias de la gente inspiradora, logren un hermoso contenido basado en valores, respeto, coraje y lucha por alcanzar los sueños.

Cuenta que este año 2019 es muy especial porque celebra 10 años del programa semanal y las mil historias contadas.

“Tuvieron que pasar diez largos años para lograrlo y eso no es un maíz, ha sido un camino duro y lo sigue siendo, pero diez años después aquí estoy, contando las historias positivas de la gente buena. Así que sí creo que nos faltan muchas historias por contar. Esta tierra está preñada de historias positivas e inspiradoras, llena de gente buena y nosotros nos encargamos de buscarlas, de contar sus historias y dejarlas como legado”.

Ha sido contundente el aporte a su vida de cada historia que ha contado. Con ellas le llegó una felicidad total y plena, los relatos le dieron grandes lecciones. Resalta el apoyo de su hermana Carmen, quien la ha acompañado todo este tiempo y adelanta que ya casi llega a la meta este año, y quiere celebrarlo.

“¿Dime si Dios no es bueno con sus hijos? Su gracia y favor me han sostenido para poder continuar adelante. Hoy soy una mujer más fuerte, firme, valiente. No soy la misma que empezó aquella vez. He sido pulida en el fuego, para poder ser quien soy hoy”.

Cambios y planes
El programa ha tenido cambios desde sus inicios. Antes siempre grababan en exteriores, ahora llevan también los protagonistas al piso para abaratar costos, pues para nadie es un secreto que la televisión está en crisis y hay que sobrevivir. Dice que planean “seguir firmes”, agregando la frase “que nadie hable de imposibles”.