¿Cómo es eso de que el alza de hasta un 50% en los precios de pollo y huevo obedece a que se hayo una reducción de la oferta a causa de la pandemia? Hasta prueba en contrario, lo que ha debido suceder es que esos productos esenciales bajen de precio.

Al presidente de la Federación de Comerciantes, Iván de Jesús García, se le atribuye decir que el precio de la carne blanca antes oscilaba entre 50 y 52 pesos la libra, ahora se vende hasta 75 pesos, y el huevo, que anteriormente se expendía a cinco pesos la unidad, ahora se oferta a dos por $15, lo que también implica un alza de un 50%.

El dirigente de los comerciantes atribuye esa escalada alcista a que los productores de huevos sacrificaron grandes cantidades de gallinas ponedoras por la reducción de la demanda a causa del cierre de hoteles por el coronavirus.

Esa es una verdad en parte, porque cuando la demanda sube o baja, la oferta también se coloca al mismo nivel, por lo que aunque no debía disminuir, tampoco hay razones de peso para que los precios de pollo y huevo aumenten en un 50%.

El Gobierno debería poner atención a tan acuciante problema porque la carne de pollo y el huevo representan la espina dorsal en la alimentación de los dominicanos.

Como es natural, esos alimentos vitales requieren de la compañía de plátano, arroz, grasas comestibles, pasta de tomate, verduras o legumbres, habichuelas y otros ingredientes, cuyos precios también se elevan por las nubes.