Nuevo perfil del turista
Tras aparecer el coronavirus en 2019 en China y esparcirse por el mundo de manera incontrolable, el mes de marzo de 2020, cuando los gobiernos tuvieron que adoptar medidas de confinamiento, paralizar la economía y el cierre de la aviación mundial al declararse el virus como pandemia por la OMS, quedará registrado en la historia de la humanidad como un período lleno de padecimientos.
El momento fue de emociones y sentimientos, en el que el encierro posibilitó un mayor acercamiento de las familias, ejecutar tareas pendientes en los hogares, mirar proyectos de trabajo y estrechar los contactos con amigos haciendo uso de las redes sociales.
Sin embargo, el distanciamiento social que nos impuso la covid-19, ese encierro necesario, nos obligó a cargar con informaciones, rumores que se propalan muchas veces desinformando y aumentando el temor por el contagio, que unido al uso obligatorio de mascarillas incrementaron el estrés, la ansiedad y las frustraciones.
Esta pandemia cambió súbitamente a las personas sus formas de vida, impidiendo que pudiera asistir a las actividades sociales, visitas a familiares y amigos, a las fiestas y al estudio en las aulas de manera presencial.
Además, a la actividad laboral, sentarse en un parque a disfrutar de la belleza de la vida, entre otras tantas cosas, implantándose un régimen de existencia no acostumbrado que laceró a las personas.
Ante esta realidad, aunque algunos piensan que todo volverá a ser igual que antes, muchos más aseguran que el mundo cambiará porque las personas, al menos por un tiempo, necesitarán reorientarse, conocer qué quieren hacer con sus vidas, como ajustar las experiencias vividas a una nueva realidad.
Frente a este escenario, las autoridades del Ministerio de Turismo y los sectores vinculados a esta actividad, encabezada por Asonahores, deberán poner toda su inteligencia, conocimientos, experiencias y sabiduría colectiva, en función de afrontar esta realidad, asumiendo estrategias en consonancia con los cambios.
Para las personas que viajaban antes y cuenten con recursos, comenzarán a proyectar viajes más cortos y seguros, más económicos, dando prioridad probablemente, a destinos cercanos, donde puedan moverse por sus propios medios.
Queda en manos de las autoridades y trabajadores de los sectores que inciden en los viajes, convencer, demostrando que se ajustan a los nuevos tiempos.
Ante la nueva realidad, los touroperadores y las agencias de viajes serán mucho más exigentes en sus compromisos, por lo que velarán porque los destinos e instalaciones hoteleras, cumplan a cabalidad con los protocolos.
Es importante observar cómo serán nuestros potenciales clientes a partir de las recientes experiencias vividas y se conformen productos y servicios que se ajusten a esta realidad y que los trabajadores que prestarán servicios estén bien capacitados para brindar lo mejor de su labor.
Hay que tener en cuenta algunas características que podrán distinguir a los turistas postcovid-19.
Pues serán personas con deseos de viajar, pero más cuidadosas al elegir los destinos a visitar.
Exigirán evidencias de que en los destinos se han producido cambios sustanciales acorde con las nuevas circunstancias.
Reclamarán mayores estándares de higiene y el mantenimiento de protocolos de seguridad.
Los turistas irán a la búsqueda de destinos más económicos, que garanticen calidad y seguridad.
Mantendrán el temor hacia el contacto con otras personas, por lo que rechazarán las multitudes.