La vacuna es la clave
Después de un catastrófico 2020 por la pandemia de la covid-19, recuperar los niveles de llegada de turistas de 2019 a República Dominicana requerirá por los menos dos años, o sea en el 2023.
Lo que se avisora es que la recuperación será lenta y dependerá del nivel de vacunación de la población dominicana contra el coronavirus.
Aún con el escenario más optimista, la campaña de vacunación en el país podría comenzar en el segundo semestre de este año.
Todavía las autoridades sanitarias dominicanas no han informado del plan de vacunación, que necesariamente tendrían que elaborar, sino es que ya lo tiene.
Las restricciones que se están imponiendo en los países emisores de turistas hacia el país son cada día mayores.
Se está a la espera si Estados Unidos definitivamente impondrá la cuarantena obligatoria a los viajeros que ingresen a esa nación.
Canadá prohibió los vuelos a República Dominicana y otros países.
Francia exige a sus ciudades mostrar una prueba escrita de la necesidad urgente de viajar.
Todas esas medidas afectarían o afecta la llegada de viajeros al país, porque estas restricciones disminuyen las decisiones en cuanto a las reservaciones que hacen los vacacionistas internacionales, que no se hace de un día para otro, sino con mucho tiempo de antelación.
Hay que asimilar, para superar los obstáculos que han tenido los países desarrollados en la aplicación de este fármaco.
La reactivación de la industria turística con pocos ingresos desde hace casi 11 meses, depende del ritmo de vacunación.
Y si la vacuna rusa surge como solución para activar el turismo debemos de abrirle las puertas.
Según un estudio publicado por la prestigiosa revista británica The Lancet, la vacuna Sputnik V tiene una tasa de eficacia del 91,6%.
La falta de dosis podría generar gran nerviosismo y preocupación en la industria turística que ha cumplido su parte, adaptándose en un tiempo récord a todos los protocolos de seguridad habidos y por haber para minimizar el riesgo de contagio entre sus clientes.
Existe la imperiosa necesidad de iniciar el proceso de inoculación para que por lo menos el año que viene el 70% de la población dominicana esté inmunizada.
El país cuenta con las instalaciones y los recursos humanos para alcanzar ese objetivo, claro se hace necesario prepararlo para ponerlos a la altura de las circunstancias.
Hay lentitud en el plan de vacunación, no por culpa del Gobierno, sino por el incumplimiento de las proveedoras de este servicio.
Si está demostrado lo que publica la revista británica The Lancet, entonces la vacuna rusa surge con fuerza como la gran esperanza para activar el turismo dominicano antes de que sea demasiado tarde.