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Turismo y estilo de vida

Turismo y estilo de vida

Héctor Minaya

Rescatar Festival Merengue

El merengue es un elemento sociocultural que, a pesar de su estancamiento, se transmite de generación en generación, como es de rigor, por su carácter histórico.

Pero este género musical que es parte de la cultura dominicana tiene que mantenerse también fuera de las fronteras nacionales para promoción de los valores domésticos .

Por eso hay que rescatar el desaparecido Festival del Merengue, que fue instituido en 1967 por don Angel Miolán cuando el ministerio era tan solo la Dirección General de Turismo.
Este evento se celebraba durante una semana en julio, con la asistencia de miles de turistas de Puerto Rico y Estados Unidos.

La idea de este festival surgió cuando Miolán
en una visita a Puerto Rico, durante la celebración de la Semana de la Constitución de allí, que se realizaba del 25 de julio hasta finales de dicho mes, y se le ocurrió organizar la Semana de la Amistad Domínico-Puertorriqueña.

A esta actividad venían agrupaciones puertorriqueñas, que junto a las dominicanas, celebraban fiestas populares.
En el día final, que siempre era un domingo, se realizaba desfile de carrozas en la avenida George Washington de la capital.

En 1969 fue fortalecido y se le denominó el Festival del Merengue. En su programación incluyeron reinados de bellezas con la elección de Miss Azúcar, Miss Café y Miss Merengue.

Durante la celebración del festival se promovía la gastronomía nacional, desde el tradicional mangú de plátanos, el chicharrón de Villa Mella, un sancocho o un moro con coco y pescado, chivo picante y dulce de coco.

Ahora que se está relanzando el sector turismo en medio de la pandemia de covid-19, es el momento ideal para rescatar el Festival del Merengue, que ahora podría ampliarse su radio de acción, además de Santo Domingo, podría extenderse a Bávaro, Punta Cana y Puerto Plata.

Con esos destinos podríamos alcanzar nuevos públicos, interesar a muchos extranjeros por ese ritmo tan popular y que es la esencia del sentir de los dominicanos. Además de proyectar nuestra música, ayudaría a reactivar muchas orquestas merengueras, cuyos músicos se encuentran inactivos, por la caída en la popularidad que sufrió este ritmo.
No obstante, esa situación por la que pasa, el merengue es parte de la identidad nacional, que tiene sus raíces en el siglo XIX.

En el 2016 fue declarado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Una forma de impulsar el merengue es rescatando este festival y motivando a nuestros visitantes que disfruten de esta danza, que recoge la historia del país y sobre todo que es el baile nacional.
Recuperemos el turismo, pero también el Festival del Merengue.