Opinión Articulistas

Un abrazo a Venezuela

Un abrazo a Venezuela

Yesika Florentino

Desde el pasado domingo Venezuela retumba en muchos países alrededor del mundo, resuena en millones de personas que sin ser nacionales del país suramericano, se solidarizan con la situación desencadenada y la esperanza pisoteada a millones de venezolanos que acudieron a las urnas aferrados a una democracia que resultó ultrajada de manera vil.

Cerca de la medianoche del domingo 28 de julio, después de un “supuesto” apagón informático, el Consejo Nacional Electoral (CNE), con el 80% de las mesas electorales computadas, declaró ganador al presidente Nicolás Maduro con un 51.2% sobre un 44.2% obtenido por el candidato opositor, Edmundo González.

Y fue esa proclamación la que provocó un estallido dentro y fuera de Venezuela que apenas comienza.
Miles de venezolanos salieron a las calles en protesta, derrumbando a su paso estatuas de Hugo Chávez, destruyendo carteles con el rostro de su sucesor, Nicolás Maduro, haciendo sonar sus cacerolas y marchando para expresar su descontento ante lo que califican como un fraude electoral a la clara, estos enfrentamientos han cobrado ya más de una decena de vidas.

La comunidad internacional también ha manifestado su postura y aunque, algunos países como Bolivia, Honduras, China, Rusia, Irán, Cuba y Nicaragua apoyan la victoria de Maduro; otras naciones como Estados Unidos, Argentina, Alemania, Costa Rica, Chile, Ecuador, Panamá, Perú, Guatemala, República Dominicana y Uruguay, han rechazado la reelección.

En tanto, la Unión Europea, México y Brasil abogan por una verificación de las actas antes de reconocer la victoria de Maduro.

La situación es triste, y mientras millones de venezolanos lloran desde diferentes partes del mundo, Maduro mantiene su postura aguerrida y atiza el fuego retando a la oposición y a quienes han manifestado su desaprobación a los resultados y denuncian su dictadura.

Es verdad que un abrazo no resolverá esta situación pero sí puede confortar a un pueblo que, cansado del abuso de poder, levanta su voz y repele a un gobierno que lo ha llevado al más alto grado de pobreza, hambre e inseguridad, obligando a millones de venezolanos a huir a otras naciones, dividiendo familias que tenían su fe puesta en estas elecciones como oportunidad para el reencuetro y la libertad.
¡Un abrazo, Venezuela!