El gobierno de Luis Abinader llega a su quinto año. Cuatro de la primera administración y uno de la reelección. Ha logrado un importante desarrollo en la supra-estructura económica, pero tiene puntos débiles que corregir.
La prima del dólar ha estado creciendo continuamente. Puede ser buena para sectores empresariales y el turismo, pero dolariza la economía y eso puede ser asfixiante para la población de menores recursos, tanto para la clase media como para los pobres.
Se dirá que las remesas aumentaron y cuando lo enviado se cambia en pesos, hace una buena suma de dinero. La prima del dólar debe ser controlada, que no perjudique a la mayoría, y permita realizar un libre intercambio comercial.
El peso dominicano tiene que ser protegido y no dar pasos hacia una devaluación creciente. El gobierno ha mantenido un buen margen en la industria turística. Ha logrado solidez y ha permitido una plena confianza de los operadores internacionales. Sin embargo, hay que ligar más la actividad turística a la población.
El principal renglón a proteger tiene que ser el turista de sol y arenas, las playas dominicanas son una riqueza natural propia de un país tropical, con buenas instalaciones hoteleras.
La agroindustria también ha experimentado un crecimiento de importancia, pero los producto alimenticios están a la oferta y la demanda, y el gobierno no ha podido establecer los controles de rigor.
Hay que buscar estabilizar los precios de los artículos de primera necesidad.
Ya hay márgenes de comercialización que colocan a segmentos importantes de la población fuera del mercado consumista.
Los aumentos del salario mínimo prácticamente han desaparecido, tragado por los precios establecidos en la comida diaria, las medicinas y los servicios. Nos ahoga la inflación y el agiotismo. Mucho se habla del ordenamiento vial, pero nadie se acuerda de las altas tarifas de los carros del concho y los autobuses
Hay que abrir una guerra total al agiotismo, la especulación y los aumentos desmedidos en artículos de gran consumo. Este es uno de los puntos débiles del gobierno. No ha podido establecer controles en el valor de venta de los comestibles.
La seguridad ciudadana ha sido enfrentada por el gobierno.. Hay que establecer renglones de protección para evitar que los jóvenes caigan en la delincuencia, con la creación de una política de pleno empleo, mejorar las condiciones de vida en los barrios y habilitar los clubes culturales y deportivos.
Por: Manuel Hernández Villeta