¿Qué Pasa?

“Una más” para José Antonio

“Una más” para José Antonio

Sus múltiples ocupaciones no han dejado escapar el cantautor que hay en José Antonio Rodríguez, las oportunidades no faltan y algunas llegan hasta solas.

Y así fue como cantó en París, momento que revive contando la anécdota de que a su llegada a Francia, para asumir su nuevo cargo, pidió ser recibido por los demás miembros y se sorprendió cuando el representante de Rusia dijo que él iría a visitarlo.

En el grato encuentro el embajador ruso le manifestó que conocía su música y le pidió que cantara en su delegación y eligiera sus invitados.

Rodríguez eligió como acompañante en sus canciones a Manuel Tejada, y el día indicado cantó por una hora aprovechando el tiempo para hablar de su país.
“Una más”

Aunque ya lo había anunciado previamente, en este viaje de unos días al país, trae “debajo del brazo” un nuevo hijo: su disco “Una más”.

¿Cuál de los temas es tu preferido? –le preguntamos- a lo que contestó con otra pregunta: ¿cuál de tus hijos es tu preferido?

La respuesta indiscutible la dijo al final del análisis: “Ninguno”.
“Las canciones son como los hijos, por eso cuando me preguntan siempre respondo que la preferida todavía no la he hecho”, contestó.

Y “Una más” tiene su historia. José Antonio cuenta que en una ocasión estaba sufriendo una pena de amor y se la contó al merenguero Sergio Vargas.

Sergio le contestó con un sabio refrán que reza: “Ma’ palante vive gente” y de ahí surge el título del tema y el álbum que invita a “una más para recomenzar”.
Otros temas son “No hay más”, que es la historia de dos enamorados, de esos que cuando están juntos no ven a más nadie.

Dentro de la producción que lanzará en el país en esta estadía, tiene un dúo con Pablo Milanés y otro con Carlos Luis, entre otros temas.

Algunos títulos son: «Así sea solo», «Déjame ser», «Muchacha en flor», «Si te digo que» y «Te vas…pero me dejas».

Dice que el disco comenzó como un proyecto con pocas pretensiones y que se grabó inicialmente solo con voz y guitarra. Pero esa grabación le llegó a Pablo Milanés y al productor Miguel Núñez y ellos fueron los que decidieron que fuera en otra dimensión.

Ahí entró la Filarmónica Nacional de Cuba, con la maestra Diana García al frente, que se encargó de grabar de nuevo los temas bajo la producción del británico Simon Fuller y con la colaboración de los ya mencionados Pablo Milanés y Carlos Luis.

El resultado es un disco muy cuidado, que después de hecho él define como un gran atrevimiento.