
Angélica Floren, directora de Dofmi, habla sobre la mortalidad materna e infantil en República Dominicana. Observa, Elena Viyella de Paliza.
La Fundación Dominicana de Madres e Infantes (Dofmi) consideró ayer que es un imperativo bajar las altas tasas de mortalidad materna y neonatal en República Dominicana provocadas, en la mayoría de los casos, por la escasez de medicamentos y la mala calidad de los servicios médicos y de enfermería en los hospitales públicos.
Angélica Floren y Elena Viyella de Paliza, directora y codirectora de la entidad, consideran alarmante que 2,830 bebés y 200 mujeres murieran en el país durante y después del embarazo y del parto, en el año 2018.
Expresaron que es igualmente alarmante que 9,000 bebés nacieran prematuros y 14,000 en bajo peso en 2020, con las consecuentes complicaciones de salud. Atribuyeron el hecho, además, al desconocimiento de los protocolos y las normas debidos en el área materna y neonatal de los hospitales y a la falta de planificación del sistema para abordar la constante inmigración.
El tema fue abordado durante un encuentro de Floren y Viyella de Paliza con representantes de las del sector Salud y de los medios de comunicación.
Viyella de Paliza planteó la necesidad de que en un futuro inmediato el país tenga una mayor cobertura sanitaria preventiva.
Consideró que el Plan Estratégico Nacional de Salud para el período 2022-2030, lanzado por el presidente Luis Abinader, constituye una valiosa oportunidad para que el sistema de salud logre mejorar la atención prenatal y neonatal.
A través de sus programas de atención, ejecutados en diversos centros hospitalarios del país, Dofmi ha logrado salvar de la muerte a más de 15,000 niños.