El presidente Danilo Medina sostuvo ayer un útil encuentro con la prensa en el Palacio Nacional durante el cual respondió preguntas que abarcaron diversos temas, lo que contribuye a que la sociedad se ponga al día en torno a iniciativas o proyectos del Gobierno relacionados con la agenda de urgencias nacionales.
Conforme a las interrogantes formuladas por periodistas presentes en esa rueda de prensa, el mandatario abordó asuntos tan importantes como deuda externa, electricidad, salario, migración, corrupción, reelección y Loma Miranda, sobre todos los cuales habló con amplitud y profundidad.
No es común que un mandatario diga que siente que hay una conspiración contra el proyecto de construcción de dos plantas de generación eléctrica que procura construir el Gobierno con financiamiento externo, con las cuales el Estado se ahorraría transferir al sector eléctrico unos mil 500 millones de dólares al año.
El Presidente fue enfático al advertir sobre la necesidad de crear conciencia acerca de la necesidad de estructurar la escala salarial, que definió como un serio drama, en razón de que no es posible que un empleado pueda subsistir con 10 mil pesos mensuales. Verdad del tamaño de una montaña.
La compleja situación de endeudamiento, déficit fiscal, crisis eléctrica y déficit del Banco Central fue objeto de una profunda reflexión por parte del jefe de Estado, quien reveló que durante un periodo de tres años, el Gobierno tendrá que pagar unos once mil millones de dólares.
Tiene razón el mandatario al señalar que el déficit del subsector eléctrico y del BC presionan los niveles de endeudamiento y de déficit fiscal, aunque advirtió que cuando un país no recibe la cantidad de recursos suficientes para financiar su nivel de gastos, está obligado a recurrir al endeudamiento.
El presidente Medina aprovechó una de las preguntas para revelar que durante la II Cumbre de la Comunidad de Estados Centroamericanos y del Caribe (Celac), celebrada en La Habana, Cuba, fue conducido a una “encerrona” con el caso haitiano y que hubo un momento en que se sintió como “un paria”. En esa oportunidad, el mandatario dominicano supo defender la dignidad de una nación objeto de una cruenta campaña internacional de descrédito.
Sus respuestas a los temas de la reelección, Loma Miranda y corrupción pusieron también en relieve la moderación y veteranía política del Presidente, quien mostró disposición de responder inquietudes de la prensa. Por lo que hoy la ciudadanía está mejor servida y enterada de lo que hace o deja de hacer el Gobierno. Ojalá que la experiencia se repita.