Los buenos resultados que se han obtenido en Estados Unidos con una vacuna contra el coronavirus representan otro halo de esperanza en la lucha contra una enfermedad que ha cobrado la vida de casi 600 mil personas y contagiado a trece millones en todo el planeta. Urge la prisa para evitar una catástrofe. China, Rusia, Inglaterra y otras potencias también han ensayado con éxito pruebas para combatir una pandemia que, además de las defunciones, ha reducido a su mínima expresión las actividades productivas, el deporte y el espectáculo. Ante una tragedia de efectos tan devastadores alientan las investigaciones y los resultados de que se ha dado cuenta con la vacuna que se prueba en Estados Unidos. La vacuna, denominada ARNm-1273, es desarrollada por investigadores del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y la farmacéutica Moderna. Según los informes, además de bien tolerada la dosis generó una actividad de anticuerpos neutralizantes en adultos sanos. Los detalles son para abrigar esperanzas, más todavía en un momento en que en muchos países se han tenido que endurecer las restricciones por la propagación de la pandemia. Se tiene la esperanza de que la vacuna no solo esté disponible lo más pronto posible, sino al alcance de todos los sectores. Y más esperanzador sería si las potencias deciden llegar a un acuerdo para avanzar en las investigaciones para combatir un mal que golpea a la humanidad, sin exclusión alguna.

