El acuerdo de lenidad y “delación” que el Ministerio Público hizo con Odebrecht se ha convertido en un documento de poco valor e importancia, que prácticamente en nada ha perjudicado a los imputados, a juzgar por las declaraciones ofrecidas hasta ahora por los principales ejecutivos de esa constructora en el juicio de fondo que se desarrolla en el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.
Hasta el momento, las prometidas “delaciones” de Odebrecht no han salido a relucir en el juicio, tras concluir la primera fase del proceso de declaración ante el tribunal de los ejecutivos brasileños de la constructora.
Como compromisarios del acuerdo han comparecido al juicio como testigos los ejecutivos de Odebrecht Mauricio Dantas Bezerra, Marcelo Hofke y Rodrigo Maluf Cardoso.
De los tres, solo uno, Dantas Bezerra, ha señalado a Angel Rondón Rijo y al abogado Conrado Pittaluga como las personas a las que la empresa realizaba pagos con el fin de conseguir contratos de obras gubernamentales en República Dominicana.
El testigo, de origen brasileño, quien desempeñó el cargo de director jurídico de la constructora hasta noviembre de 2019, también mencionó a Víctor Díaz Rúa y a diversos congresistas como “el destino” de los pagos para no dejar rastros. Sin embargo, sus declaraciones no fueron documentadas en datos concretos, sino más bien en informaciones que él supo y que supuestamente les dijeron otros.
Mientras que Marcelo Hofke, gerente de la empresa en República Dominicana, considerado como el principal testigo clave del Ministerio Público, declaró al tribunal que desconoce si en el país se hicieron pagos para favorecer con obras al consorcio.
Al referirse a Rondón, negó que sea el responsable de los sobornos y lejos de incriminarlo, lo definió como el representante comercial de Odebrecht en República Dominicana.
“Nosotros no tenemos conocimiento del pago de un soborno, ni del nombre de quien sería la persona que sirvió de intermediario a dichos fines. Lo que reconocemos es que tenemos a un representante comercial contratado en República Dominicana, el cual ha ejercido nuestra representación a través de sus empresas, que lo es el señor Angel Rondón Rijo”, declaró al tribunal Hofke, cuando se le preguntó que si Rondón Rijo era el intermediario de los sobornos.
En tanto, el tercer y último testigo de Odebrecht en declarar en el juicio, Rodrigo Maluf Cardoso, dijo desconocer que ese consorcio haya cometido actos delictivos en República Dominicana.
El acuerdo con Odebrecht establece el pago de 184 millones de dólares y colaborar con la justicia dominicana en la identificación de los responsables de los sobornos a cambio de que la empresa y sus ejecutivos no fueran sometidos a la justicia.
A las confesiones de los ejecutivos de Odebrecht se suman las de las peritos María del Carmen Alvarez de Maio, quien declaró al tribunal que no encontró actividades ilícitas, ni irregulares en los informes societarios de las empresas de Angel Rondón Rijo, Víctor Díaz Rúa y de Andrés Bautista.
Hace dos días, el empresario Ángel Rondón Rijo, principal inculpado en el caso Odebrecht, manifestó que estaba convencido que su expediente se había construido en el Palacio Nacional, y que no solo fue obra del entonces procurador general de la República Jean Alain Rodríguez.
Tampoco ellos
Las peritos que declararon como testigos en el juicio de fondo seguido a los imputados del caso Odebrecht no encontraron indicios de operaciones ocultas, ni dolosas de lavado de dinero en los análisis societarios de las empresas de los acusados.
La última perito en declarar como testigo a cargos del Ministerio Público fue la analista financiera Digmari Rodoli, quien declaró no haber hallado indicios de ilegalidad en los análisis societarios a las empresas de Andrés Bautista y Ángel Rondón.