La Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (Adie) ha advertido que la participación del Gobierno en la generación de electricidad viola la ley y que no garantiza solución a la dilatada crisis del subsector eléctrico, que ha obligado al Estado a endeudarse por casi ocho mil millones de dólares en los últimos nueve años.
Para ese gremio el problema se circunscribe a las pérdidas que acumulan las empresas distribuidoras de electricidad que antes estaban bajo control de ese holding empresarial, pero retornadas al ente público porque el esquema de generación y venta de energía parece diseñado para que uno obtenga beneficio superávit y el otro déficit.
Durante esos nueve años, y a pesar de que la generación eléctrica constituye uno de los mejores negocios de todo el ensamblaje productivo de la economía dominicana, la inversión privada ha sido tímida sin guardar proporción frente a la creciente demanda eléctrica.
El economista Andrés Dauhajre hijo afirma que de cada cien dólares de la deuda que ha contraído el sector público no financiero, US$60 se destinan a financiar el déficit del sector eléctrico, lo que ha hecho que ese endeudamiento represente hoy el 32% del Producto Interno Bruto (PIB), en vez del 19.7%.
Las empresas generadoras consideran que el problema del déficit es culpa de las distribuidoras, una de las cuales fue vendida a un banco de inversión de Francia por tres dólares, para luego ser revendida al Estado por más de 13 millones de dólares.
Es verdad que las empresas que distribuyen la energía que compran a los generadores tienen que mejorar su sistema de cobro, pero esa es tarea difícil porque por múltiples razones el precio del kilovatio no resulta competitivo para el sector productivo ni para el consumo familiar.
La Asociación de la Industria Eléctrica considera que el Estado viola la Ley General de Electricidad, al disponer la construcción de dos plantas a carbón que producirían 700 megavatios y estimular al sector privado para la conversión a ese combustible o gas natural de otras plantas que generan a base de derivados del petróleo.
¿Acaso el Gobierno tiene que condenarse por toda la eternidad a financiar un déficit anual de más de mil 500 millones de dólares? Claro que no. Ha llegado el momento de resolver por siempre la dilatada crisis del subsector eléctrico, que le ha costado al erario US$7,902 millones en poco más de dos lustros.

