El Covid-19, además de criminal, veloz, sutil y silencioso, es económicamente muy costoso. Los países cual que sea su desarrollo, los arrodilla con pérdidas humanas, los arrolla con su economía y ordinariamente con ambos males a la vez. A la fecha, la patria de Duarte, Sánchez y Mella se encuentra en un puesto no tan alto, entre los países más atacados por esta pandemia. Desde ya, la economía comenzó a sentir su baja en todas las grandes y pequeñas naciones donde ha llegado y expandido su furioso mal. Aquí, empresarios, políticos, ciudadanos individuales y demás del mundo económico y financiero, tras ser tocados sus corazones han comenzado a hacer aportes al gobierno por distintas vías, y otros lo han hecho directamente a hospitales, clínicas, laboratorios, alcaldías etc. que trabajan con el coronavirus o estén vinculados al tema.
Como las necesidades son cada vez mayores, es imperioso que la solidaridad en donaciones se continúe manifestando. Claramente, la población dominicana quiere escuchar que la tradicional clase pudiente de este país haga sus aportes en especie o metálico, y de manera particular quiere percibir que los nuevos millonarios creados y apoyados por el PLD y Danilo Medina se manifiesten también, sin temor a posibles críticas de ciudadanos y ciudadanas que pudiesen considerarlos como una devolución pírrica de lo tanto que por la vía más fácil consiguieron durante su desempeño en cargos del Estado, y ahora ese mismo Estado necesita de su manifestación aunque revestida de solidaridad.
En ese tenor, el presidente de la República puede contribuir también suprimiendo u ordenando suprimir la excesiva y costosa publicidad que pulula en la radio, televisión y periódicos, acerca de la ejecutoria del jefe de Estado durante ocho años.
Por oportunos, sus posibles aportes les llevarían un poco de tranquilidad espiritual a los donantes, y el gobierno resolvería algunas de las grandes dificultades económicas ocasionadas por Covid-19. Como se percibe, por cuestión de delicadeza no se publican nombres de ciudadanos vinculados a los nuevos pudientes.
La población beneficiaria con los posibles aportes valorarían mas allá de su dimensión, que se trataría de una ayuda para salvar vidas y salud ante la implacable amenaza del coronavirus que marcará un capítulo en la historia sanitaria de RD y del mundo.
Lic. Santiago Martínez