Opinión

Voces y ecos

Voces y ecos

Rafael Peralta Romero

Provincia contra municipios

 

Políticos y periodistas –quién sabe si también peloteros- han desarrollado una fascinación por el concepto provincia y se solazan con el nombre de esas demarcaciones sin percatarse de que se trata de una figura que si bien tiene base legal, en lo social carece de raíces y se torna, para los habitantes de esos territorios, en una ficción.

La fuerza comunitaria reside en el municipio, cuyos naturales exhiben algunos rasgos comunes, sostienen vínculos entrañables con su terruño y pregonan alegremente su gentilicio: michero, mocano, navarretense…¿Hay una palabra derivada del nombre de cada provincia que sea común a todos los nacidos en ella?
Solo ocurre en aquellas en las que el municipio cabecera lleva el mismo nombre –o casi el mismo- de la provincia: santiaguero, barahonero, seibano, hatomayorense. Pero en verdad, estos gentilicios corresponden a los nacidos en Santiago de los Caballeros, Santa Cruz de Barahona, Santa Cruz de El Seibo y Hato Mayor del Rey.

La atracción de los políticos por la palabra provincia los lleva a emitir expresiones como “Yo, como alcalde de la provincia Santiago…”. Los periodistas ponen lo suyo con la localización de noticias en las provincias. Me luce que Hermanas Mirabal y Monseñor Nouel encabezan esta preferencia. En cuanto a la primera, vea las noticias de los XIV Juegos Nacionales.

Como si fuera una conspiración contra los municipios se prioriza el pomposo nombre provincial y se cita, por ejemplo, “la calle principal de esta provincia” o las “autoridades de esta provincia”, pero están refiriéndose a un municipio, obviamente el cabecera. Salcedo sigue llamándose así, aunque la provincia haya cambiado de nombre.

Parecen olvidar algunos redactores, y lo consienten editores, que el hecho noticioso se fecha –decimos fechar los viejos periodistas- en el lugar menor y éste se destaca gráficamente mientras el lugar mayor se coloca en tipografía diferente, precedido de una coma. Es decir: GUAYACANAL, Azua. GUALETE, Puerto Plata.

Para ubicar una noticia, no es preciso que los municipios sean identificados con la provincia. Para contar lo que ocurra en Cotuí, Sánchez Ramírez aporta poco; como La Altagracia nada le suma a la localización de Higüey. Incluso, estas ciudades deben servir de referencia cuando se trate de un lugar menor, distrito municipal incluido.

La categoría jurídica superior inmediata al distrito municipal es el municipio y no la provincia. De modo que podemos escribir: LAGUNA DE NISIBÓN, Higüey. Por igual: MASIPEDRO, Bonao. Por cierto que Bonao es un municipio cuyo nombre va desapareciendo para políticos y periodistas. Lo demostraré en el próximo artículo.

El Nacional

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