El mecanismo de elección del presidente de la República mediante el voto indirecto tuvo su origen en la Constitución de los Estados Unidos de 1789, desde la que se expandió por poco tiempo a otros países, entre ellos la República Dominicana, los cuales evolucionaron hacia el voto directo.
Aunque el voto indirecto estadounidense le resulte extraño a los dominicanos, es bueno aclarar que no lo era para los primeros ciudadanos del país, debido a que fue incorporado a la Constitución Fundacional de la República Dominicana, que establecía en su artículo 164, lo siguiente: “Los Colegios Electorales se componen de los Electores nombrados por las Asambleas primarias de las Comunes”.
En virtud de lo anterior, el colegio electoral dominicano, estaba formada de la siguiente manera: 1) Azua de Compostela, nombraba 8 electores, y 4 en cada una de sus comunes, 2) Santo Domingo, 10 electores y 2 en sus comunes, 3) El Seybo, 8 electores y 4 en cada una de sus comunes, 4) La Vega», 8 electores y 4 en cada una de sus comunes, 5) Santiago, 10 con Puerto Plata 6 y cada una de sus comunes 6.
Por tanto, en su origen, el presidente de la República Dominicana era elegido, mediante el voto indirecto, por 70 electores de los colegios electorales, de una manera similar a como se ha hecho siempre en los Estados Unidos.
Como explica Cristina Crespo Palomares, en su obra Vote for América, el colegio electoral consiste en lo siguiente: “Una vez que hay un candidato demócrata y uno republicano, la Presidencia no se decide por el voto popular nacional, sino por el Colegio Electoral, un sistema antiguo y enrevesado que a veces arroja resultados contrarios a la elección de la mayoría de los votantes estadounidenses”.
Refiriéndose a la razón por la que los Padres de la Constitución crearon el colegio electoral con las atribuciones particulares que tiene en los EE. UU., en su obra ‘Qué sé yo de historia’, Kenneth C. Davis sostiene que se trató de un último recurso para defenderse de un exceso de democracia.
A esos fines, el plan de los Padres de la Constitución consistía en que cada estado elegiría el mismo número de electores que su representación en el Congreso Nacional. Una vez elegidos los electores se reunirían en sus estados y votarían por dos candidatos a la presidencia y el ganador sería quien obtuviera la mayoría de los votos.
A los ciudadanos de países en los que el voto es directo les resulta difícil asimilar que un candidato presidencial pueda obtener la más alta votación popular y ser vencido por uno que haya obtenido una votación menor, pero una cantidad mayor de electores del colegio electoral.
Los Estados Unidos mantienen el voto indirecto como el primer día que lo utilizaron, sin que se perciba ningún interés en cambiarlo, a pesar de las dificultades que ha provocado en elecciones recientes.
Finalmente, tomando en consideración que el virtual presidente, Donald Trump, amenazó con impugnar las elecciones del 5 de noviembre del 2024, en Pensilvania, antes de que fuera escrutado el primer voto, de haber perdido las elecciones, era de esperarse que provocara una crisis similar a la del 2020.