SAN DIEGO – A pesar de todas sus maniobras de temporada baja, si hubo un área donde los Padres estaban delgados, fue su profundidad organizativa de la receptoría. Detrás de Austin Nola y Victor Caratini, había signos de interrogación. Si alguno de los dos se lastimaba, no había una respuesta preparada sobre cómo los Padres podrían resistirlo.

Parece que los Padres han encontrado esa respuesta desde dentro. Últimamente, Webster Rivas ha sido más que útil como el tercer receptor del equipo.

Desde que llamaron a Rivas cuando Nola cayó a fines de mayo con un esguince en la rodilla izquierda, los Padres han confiado en el oficial de 11 temporadas de Ligas Menores más de lo que jamás hubieran imaginado. Ha respondido publicando un porcentaje de alcanzar la base de .326 totalmente útil y un OPS de .736 entrando el miércoles.

«Nos ha dado exactamente lo que esperábamos: una transición suave detrás del plato», dijo el mánager de los Padres, Jayce Tingler. «Está trabajando bien con los lanzadores. Hay un nivel de comodidad ahí atrás. Defensivamente, ha sido bueno y ha logrado un par de grandes hits».

Eso incluye un jonrón de tres carreras el domingo por la tarde bajo la lluvia en Filadelfia.

Es muy posible que el tiempo de Rivas con el club de Grandes Ligas esté llegando a su fin. Nola se dirige a una asignación de rehabilitación en un futuro próximo. Pero eso no debería descartar el impacto de Rivas y su capacidad para mantener a los Padres a flote detrás del plato mientras esperan a Nola.

«Tengo la suerte de ser parte de un grupo que es un equipo competitivo», dijo Rivas. «Es un equipo con expectativas, un equipo ganador y es un equipo trabajador. Quiero ser parte de eso».

Nola se fracturó un dedo en abril y los Padres optaron por promover al prospecto receptor Luis Campusano, que tuvo problemas. A los 22 años, Campusano no estaba listo para las grandes ligas, determinó el equipo, a pesar de que MLB Pipeline lo ubica como el tercer prospecto de la organización. Entonces, cuando Nola volvió a caer, fue el turno de Rivas.

Rivas ha pasado las últimas cinco temporadas en la organización de los Padres, trabajando extensamente con un puñado de lanzadores en el personal en este momento. Ese conocimiento ha dado sus frutos.

«Estar cerca de ellos y haberles recibido es bueno saber cómo lanzan y qué hacen», dijo Rivas. «Una vez que se me presentó la oportunidad de estar aquí, creo que conocerlos me ayudó mucho».