Opinión Articulistas

¿Y la Cámara de Cuentas?

¿Y la Cámara de Cuentas?

Pablo del Rosario

Gobernar nuestro país con la ausencia operativa del órgano externo de fiscalización y control de los recursos públicos, de los procesos administrativos y del patrimonio del Estado, implica un riesgo mayor.
En la actualidad el accionar de la Cámara de Cuentas es imperceptible. Algunos de los hechos de corrupción que se producen son detectados y revelados gracias a la gestión de periodistas e investigadores sociales.

Históricamente, ese importante órgano ha padecido numerosas y frecuentes crisis que han dado al traste con su fortalecimiento institucional. Hasta donde se puede observar, es poco lo que se está haciendo para cumplir con lo que establece la Constitución proclamada el 26 de enero del 2010, en su Artículo 250.

Así como: la ley No.10-04, promulgada el 20 de enero del 2004, en su Artículo 10. A manera de ilustración veamos el mandato constitucional:

“Articulo 250.- Atribuciones. Sus atribuciones serán, además de las que le confiere la ley: 1. Examinar las cuentas generales y particulares de la Republica; 2. Presentar al Congreso Nacional los informes sobre la fiscalización del patrimonio del Estado; 3. Auditar y analizar la ejecución del Presupuesto General del Estado que cada año apruebe el Congreso, tomando como base el estado de recaudación e inversión de las rentas presentado por el Poder Ejecutivo y someter el informe correspondiente a este a mas tardar el 30 de abril del año siguiente, para su conocimiento y decisión; 4. Emitir normas con carácter obligatorio para la coordinación interinstitucional de los órganos y organismos responsables del control y auditoria de los recursos públicos; 5. Realizar investigaciones especiales a requerimiento de una o ambas cámaras legislativas.”

La razón de existir de la Cámara de Cuentas se fundamenta en el estricto cumplimiento de las atribuciones precitadas, y las consignadas en el Artículo 10 de la ley 10-04, arriba señalada. En ese sentido, el incumplimiento de esos preceptos constitucionales y legales impacta negativamente la economía y la moral social de la nación. Ojalá se tome conciencia de esa realidad, y se asuma con responsabilidad el rol que corresponde.