Opinión

Zona de tolerancia

Zona de tolerancia

¿O cuál es de más culpar, aunque cualquiera mal haga; la que peca por la paga o el que paga por pecar?

Sor Juana Inés de la Cruz:

Redondillas, 1680

La prostitución, no es un fenómeno de siempre, pertenece al Patriarcado, a partir del establecimiento de la familia, un sistema de cuatro a siete mil años en nuestro mundo y no es sano hablar “de siempre”, aún siete mil años lo parezcan. Lo demás, son mitos de la literatura, del arte y de la religión que esconden un trasfondo de machismo y discriminación, con la complicidad del Estado, a veces reprimiendo y otras callando.

Entre mitos, explotación, discriminación y doble moral, aparece la propuesta presentada por dos diputados y una diputada al Congreso, cuya premisa es aislar y carnetizar a un colectivo, por razones difusamente presentadas –algunas veces violando los derechos humanos elementales-  a fin de que una “ciudadanía de categoría” no se sienta alterada por la práctica. 

La Constitución dominicana, establece en el artículo 39, que todas las personas tenemos los mismos derechos de recibir la protección y trato de las instituciones, autoridades y demás personas, mismas libertades y oportunidades, sin discriminación por razones de género, color, edad, discapacidad, nacionalidad, vínculos familiares, lengua, religión, opinión política o filosófica, condición social o personal, agregando la obligación del Estado de promover condiciones jurídicas y administrativas para la igualdad real y efectiva, y medidas para prevenir y combatir la discriminación, la marginalidad, la vulnerabilidad y la exclusión.

El artículo 38, refiere el respeto a la dignidad humana como fundamento del Estado dominicano, agregando que es sagrado, innato e inviolable; su consideración y protección constituyen una responsabilidad esencial de los poderes públicos. También la mayoría de las convenciones firmadas, protegiendo derechos, prohibiendo la explotación sexual comercial, la violencia y la denigración de las personas en cualquier edad de su vida.

Hay que revisar la ley penal dominicana que castiga al proxeneta, otras legislaciones modernas con enfoque de protección a las mujeres y menores prostituidas, consultar investigaciones en estos temas y a las mismas organizaciones como El Movimiento de Mujeres Unidas, MODEMU, y la Comunidad de Travestis, Transexuales y Transgéneros.

¡Es irrespetuoso mencionar al colectivo atrapado en el ejercicio de la prostitución, como personas viciosas, sobrevivientes de abusos, madres solteras, sin tener una fuente sólida de datos y referencias! 

El Nacional

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