Opinión

Duarte

Duarte

Al conmemorarse hoy 204 años del natalicio de Juan Pablo Duarte, Padre de la Patria, nuestro país transita por uno de sus peores momentos ante la ausencia de voluntad política en la lucha contra la corrupción y la impunidad. Según el índice de Percepción de la Corrupción 2016, República Dominicana ocupa el lugar 120 de 176 países. Una vergüenza nacional.

La corrupción desnudada por el caso de Odebrecht, cuyas investigaciones se realizaron en Brasil y Estados Unidos, tuvo el propósito fundamental de cooptar la democracia en América Latina, incluyendo nuestro país. Mediante delaciones, la cúpula de Odebrecht develó una de los más sofisticados esquemas mafiosos para sobornar a políticos, funcionarios y organizaciones a cambio de contratas públicas e impunidad.

Afortunadamente, miles de los dominicanos marchamos el pasado domingo 22 reclamando el fin de la impunidad. Que se sancionen a los corruptores y a los corruptos en este y en cualquier otro caso de corrupción, pasada, presente y futura. Que se investiguen las fortunas exhibidas por funcionarios pasados o presentes, que no pueden ser justificadas, y que transitan por las calles, con opulencia y prepotencia.

Los sobornos de Odebrecht han empobrecido económicamente al país, porque cuantiosos recursos que pudieron ir a inversiones en salud y en educación, fueron a los bolsillos de funcionarios y políticos. Pero también, la impunidad de Odebrecht ha empobrecido moralmente al país.

Es cierto que en el pasado ha habido graves casos de corrupción, incluyendo el de la SunLand, en el cual fui uno de sus denunciantes, pero ninguno con la estructura organizativa como el de Odebrecht, en el que hay confesiones con nombres sobre los sobornos realizados. Así como han hecho otros países, urge que el gobierno adopte acciones concretas.

La marcha del pasado domingo es sin dudas un punto de inflexión en la lucha contra la corrupción. Hoy más que nunca se impone rescatar el ejemplo de Duarte, quien murió sin riquezas en el exilio, luego de una cruel persecución en su contra.
“Sed justos lo primero, si queréis ser felices. Ese es el primer deber del hombre; y sed unidos, y así apagaréis la tea de la discordia y venceréis a vuestros enemigos, y la Patria será libre y salva”, dijo el Padre de la Patria. Debemos beber cada día más en el pensamiento de Duarte.

El Nacional

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