Todos, sin excepciones, en algún momento hemos padecido de dolor en la espalda, debido a una mala postura al dormir o estar sentados, una caída o por haber levantado algún objeto pesado. Esta dolencia podría dificultarse al realizar algunas actividades, por lo que tu rutina diaria puede verse interrumpida.

Quedarte tranquilo y esperar a que se te pase el dolor o tomar algún medicamento para aliviarlo, son opciones viables, pero también existen ejercicios simples que practicados con regularidad te pueden ayudar a sentirte como nuevo.

De tu agenda, dos o tres veces por semana, puedes sacar de 20 a 30 minutos para poder hacer los siguientes ejercicios y resolver ese problema que tanto te atormenta.

-Estiramiento de rodillas al pecho: este ejercicio ayuda a fortalecer y relajar tus glúteos. Mantenlo 20 segundos dos veces por cada pierna.

-De rodillas y apoyando las manos en el suelo, como si estuvieras en cuatro patas, empuja tus lumbares y abdomen al suelo, mientras levantas cabeza y hombros. Después realiza el movimiento contrario, eleva tu abdomen y lumbares como queriendo tocar el techo. Repite el ejercicio al menos ocho veces.

-Siéntate en una silla con la espalda recta, trata de juntar los hombros hacia atrás, mantén la postura unos segundos y vuelve a la posición normal. Repítelo ocho veces.

-Extensión de la espalda: sitúate en el suelo y boca abajo. Flexiona los pies y las piernas juntas, manteniendo sólo una ligera flexión en las rodillas. Presiona tus caderas y rodillas en el suelo y levanta los codos hasta que sientas que las manos “flotan” sobre el suelo.

Tira los hombros hacia abajo mientras levantas el pecho del suelo. Mantén el cuello en posición horizontal. Como siempre, trata de mantener esta postura durante 20 a 30 segundos.

-Postura inclinada: coloca las manos en el suelo a medida que pones las caderas hacia atrás. Desbloquea rodillas y mantén el peso sobre tus talones. Cuando tus manos estén en el suelo tira tus caderas hacia atrás y arriba, estirando tus manos lo más lejos posible. Mantén esta postura unos 20 o 30 segundos.

-Con los pies apoyados en el suelo y las rodillas flexionadas, junta ambas piernas, de manera que sean un solo bloque. Manteniendo siempre los hombros apoyados en el suelo durante todo el ejercicio, gira la cadera para tocar con las dos rodillas a un lado y a otro de tú cuerpo.