Teatro de variedades y vodevil
El teatro dominicano está rompiendo esquemas, formas y moldes establecidos, a juzgar por las propuestas escénicas que se están haciendo en los últimos tiempos y la impronta de productores extranjeros que llegan al país a realizar montajes con talento dominicano, como es el caso de la producción de “Las quiero a las dos” y Cecilia Valdez.
Se experimenta con el teatro de vodevil, en ambientes desenfadados y ligeros, como ha sido la presentación de “A 2.50 el cuba libre” en el bar del Teatro Nacional, con un éxito sin precedente, llegando ya a 30 representaciones.
La mayoría de las obras teatrales, por cotumbre, agotan sus posibilidades en un fin de semana, y en cambio este montaje de Juancito Rodríguez, se puede decir que ha roto el récord, con todas sus funciones a casa llena.
El teatro criollo sale así del ámbito tradicional, lo que nos lleva a recordar el fenómeno del teatro Off Broadway, con sus salas alternativas, que tanta vitalidad le dio al negocio del espectáculo y a los artistas en Nueva York, abriendo nuevas posibilidades y oportunidades de trabajo a los productores y actores, que aprovecharon consecuentemente lo que fue una nueva tendencia.
El teatro dominicano está trillando un camino similar, saliendo de las salas tradicionales, con la apertura de nuevos locales, y con un replanteamiendo de propuestas, a veces atrevidas e irreverentes, pero que por los resultados evidencian una gran aceptación e interés de la gente
Es lo que explica el auge que el teatro dominicano está teniendo en los últimos tiempos.
Y qué bueno que este fenómeno se de a la par con el auge del cine dominicano, estableciendo ambos las dos erxpresiones artísticas de mayor crecimiento y desarrollo del país en los últimos tiempos.
