La polémica en torno a un acuerdo transaccional entre el Gobierno y los que quieren explotar a Bahía de las Águilas como polo turístico, sigue en el tapete, porque mientras llega un fallo judicial esperado por el presidente Danilo Medina, hay que determinar hasta que punto se debe proteger la naturaleza, aún en desmedro de la modernidad y la industrialización.
La litis fue cerrada de primera intención con la decisión del Presidente Medina de esperar que un fallo judicial ponga fin a la litis sobre la propiedad de los terrenos, pero sigue abierta en lo que se refiere a la posibilidad de que se establezcan en el futuro complejos turísticos en el área de influencia de Bahía de las Águilas.
Horas antes de la decisión presidencial de desestimar los acuerdos anunciados, el obispo de la diócesis de San Francisco de Macorís, pidió al presidente Danilo Medina que dejara sin efecto cualquier acción que legalice lo que estima robo de terrenos del Estado en Bahía de las Águilas, porque de lo contrario cargará con una mancha para toda su vida y para la historia.
Precisamente, la creación de polos turísticos en áreas protegidas, es uno de los temas permanentes de enfrentamientos entre grupos internacionales de ecologistas, como Green Peace, y fomentadores del turismo, la industria de servicio y la agro-industria.
El presidente Medina no descarta una posibilidad de explotación turística a futuro, cuando dice que el Estado es el propietario legítimo de los terrenos en cuestión, por lo que seguirá explorando alternativas que le permitan implementar el proyecto de desarrollo económico y social de toda la zona, para sacar de la miseria y el abandono a miles de ciudadanos de la zona de Enriquillo.
La explotación controlada y limitada de áreas periféricas a reservas ecológicas no entra en contradicción con la preservación del medio ambiente, pero se necesitan reglamentos fuertes e inviolables, que en el caso dominicano se torna impredecible de saber hasta dónde se respetarían.
Bahía de Las Águilas fue declarada Reserva Mundial de la Biosfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Gobierno recibió y aceptó el certificado que acredita a esta zona como de importancia ecológica mundial.
Para dejar cerrado el caso por el momento, el presidente Danilo Medina, desestimó el acuerdo anunciado en el caso de Bahía de las Águilas, el cual no había firmado.
Pero fue claro en que aguarda un fallo definitivo de los órganos judiciales correspondientes, a cuyo cargo están las litis que afectan a los terrenos aludidos.
Enfatiza que nadie acepta que tras 16 años de iniciado este litigio no se hayan producido sentencias definitivas que lo resuelvan.
El expediente de Bahía de las Agüillas viene de largo, desde época del doctor Joaquín Balaguer, y en declaraciones recientes el expresidente Hipólito Mejía dijo que declaró de utilidad pública los terrenos de Bahía de las Águilas durante su gobierno.
Mejía apunta que pasó tres años buscando una solución y decidió declarar los terrenos de utilidad pública para poder recibir las informaciones de la gente que estaba envuelta en el caso, pero no quiso pactar ningún acuerdo porque ya se iba del Gobierno.
Bahía de las Águilas es una parte integral del Parque Nacional Jaragua, área donde hasta el momento no hay ninguna aprobación para construir instalaciones turísticas.
Es un área totalmente virgen e incontaminada, con fauna marina y flora costera.
En sus aguas y en las de Cabo Rojo se encuentra la mayor densidad de careyes juveniles conocida del mundo, especie amenazada de extinción.
Por esta razón fue escogida como sitio de monitoreo para la región del Caribe. También posee arrecifes coralinos únicos en el planeta, lo que obliga su preservación.
La explotación turística, es uno de los temas en discordia, porque ecologistas consideran que un acuerdo transnacional entre el Gobierno y los que poseen terrenos del Estado en Bahía de las Águilas, propiciará la validez de quienes poseen títulos en la controversial franja, y su derecho a aceptar cualquier tipo de inversión o construcción.
El expediente sobre los terrenos de Bahía de las Aguilas sigue abierto en la justicia. Se estima que muchos inversionistas extranjeros no se atreverían a desarrollar proyectos e invertir capitales, teniendo de por medio un posible fallo judicial que de primera intenciòn no se ve que les pueda ser favorable.