SAN JUAN DE LA MAGUANA. La próxima siembra de habichuelas que se iniciará en este valle el 5 de noviembre se hará con una reducción de un 50 por ciento del área de siembra, que de 200 mil ha pasado a 100 mil tareas.
Esta situación contrasta con épocas anteriores, cuando el inicio de la siembra se convertía en una fiesta provincial y cuando en ocasiones llegó a ponerse bajo producción 250 mil tareas.
El cambio es atribuido a diversos factores, como es el aumento de la presencia de la mosca blanca, que destruye plantaciones completas en cuestión de días, además el entaponamiento de los canales de comercialización, la baja productividad por área de superficie debido a la carencia de recursos frescos a bajo interés.
De acuerdo con estudios recientes, casi el 70 por ciento de los antiguos productores de habichuelas decidieron abandonar la actividad agrícola y pasaron a rentarlas para recibir una quinta, sexta y séptima parte de la producción neta en cada cosecha.
También la falta de recursos económicos al centro de investigación Arroyo Loro, el cual en épocas pasadas, logró la producción de nuevas variedades de habichuelas, principalmente negras y rojas resistentes a plagas, insectos y enfermedades, donde hoy día los técnicos tienen que costear con sus magros sueldos, algunas investigaciones.
Otro factor no menos importante es que, producto de las constantes pérdidas sufridas por los productores de habichuelas, una gran parte de ellos han decidido sustituirlas por otros cultivos, tales como musácea (plátano), limón persa, mango y a la pecuaria.
El productor Manuel Matos Pérez dijo que la producción local es afectada además por las importaciones, ya que en los últimos 18 meses ingresaron un millón 555 mil 119 quintales, que es igual al consumo promedio mensual de esos meses.
Por: Manuel Espinosa Rosario manuelespinosar@hotmail.com
