Steven Spielberg y George Lucas han dado la voz de alerta. No hay que correr en pánico ni tampoco rascarse las vestiduras, pero la industria del cine se dirige a un cambio dramático en su modo de operar.
¿Qué podemos hacer simples mortales como nosotros, si dos de las figuras más emblemáticas del cine comercial de los últimos 40 años, se declaran incapaces de hacer cambiar tal rumbo?
Aquí al parecer no hay culpables, o más bien, ¿todos lo somos en uno u otro sentido? La situación no es nueva, pero si bastante preocupante. Durante un encuentro con estudiantes de University of Southern California, los legendarios cineastas pusieron el panorama en una perspectiva más realista.
El cine enfrenta hoy en día una competencia tan apabullante en especial del internet, los teléfonos inteligentes y los videos juegos que este ha pasado a ocupar un tercer o cuarto lugar en el orden de las preferencias de diversión, salvo que un estreno/evento en particular lo retorne momentáneamente a los primeros lugares.
Como consecuencia, los grandes estudios cinematográficos están produciendo cada vez menos películas, y prefieren en ultima instancia, de acuerdo a lo dicho por Spielberg, invertir 200 o 250 millones de dólares en un film y convertirlo en todo un acontecimiento, al estilo un evento deportivo, que producir media docena de interesantes y conmovedoras historias cuya posibilidad de sobrevivir en un mercado altamente competitivo es casi nula, y por consiguiente su capacidad de retorno de inversión es cada vez más incierto.
¿Pero que pasará cuando un grupo de estas mega producciones fracasen estrepitosamente? Entonces el mercado cinematográfico tal como lo conocemos colapsará y la forma de distribuir y exhibir las películas será otra, asegura el director de E.T El Extraterrestre.
Tanto Spielberg como Lucas prevén que en el futuro habrá mucho menos complejos cinematográficos e iremos al cine como se ve al teatro o Broadway, y por ello el costo de entrada será entonces de unos 25 o 30 dólares por un film como Man Of Steel o Iron Man, y de unos 7 dólares por una película como Linconln.¿Qué tan lejos estamos de esa realidad?
