Página Dos

Cójanlo

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Estudiantes de la UASD aprovecharon la baja asistencia a clases para realizar las tareas que les dejaron sus profesores.

Sangre en la UASD

Con lo tenso que se tornó el ambiente tras el tiroteo en que murió una persona y otras seis resultaron heridas, lo más aconsejable era suspender las elecciones estudiantiles en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

 

El origen y los participantes en la balacera en que fue abatido Daniel Castillo, un dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y empleado del Ayuntamiento de Santo Domingo Este, tienen que aclararse.

 

Tiene que establecerse si quienes hicieron los disparos fueron estudiantes, personas ajenas a la casa de estudios o alguna autoridad. Si bien era alta la tensión hasta ese momento no se habían reportado desórdenes. La balacera ocurrió cuando estudiantes sufragaban en la Facultad de Ciencias Médicas.

 

Los sucesos no pueden inscribirse en la galería de casos impunes que tanto indigna a la población. El rector Iván Grullón hizo lo que había que hacer al suspender unas conflictivas votaciones, en las que ninguno de los grupos aceptaría los resultados. Los incidentes, que marcan un precedente, reflejan lo tensa que está la atmósfera, pero también una inquietante crisis de autoridad.

El Nacional

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