Criminalidad no cesa

El caso del motoconchista que fue asesinado en Los Alcarrizos para robarle unos tenis ilustra el desafío alcanzado por la criminalidad, que no ha dado señales de reducirse tras la implementación del plan de seguridad ciudadana.

En lugar de pedir confianza a la población o de alardes mediáticos, las autoridades tienen que sentarse a evaluar, para reforzarlos, los puntos más vulnerables del programa. La gente no está escéptica, sino que hasta se burlan de las declaraciones de uno que otro funcionario vinculado con el plan. Y la verdad es que salvo operativos barriales contra motoristas el patrullaje de cinco mil soldados y dos mil policías apenas se percibe en la capital.

Para más desconcierto, los golpes de la criminalidad y la delincuencia han sido contra establecimientos comerciales. Son los casos de los asaltos a los restaurantes KFC, en Bella Vista, y al Meat and More, en la calle Enriquillo. En Monte Plata, desconocidos trataron de asaltar una estación de combustibles y en el kilómetro 13 de la autopista Duarte dos personas fueron abatidas durante un robo a mano armada. Ahora un motoconchista es ultimado por unos tenis.