Reacciones hirientes
Lo cierto es que desde hace tiempo se veía el interés del Gobierno dominicano de establecer relaciones diplomáticas con China.
En diferentes encuentros se notaba un claro acercamiento del canciller Miguel Vargas con los diplomáticos chinos. Pero por la sombra que representaba para la imagen de este país la nada diplomática reacción de Taiwán, hizo bien el presidente Danilo Medina en negar que Beijing ofreciera dinero para establecer nexos diplomáticos.
La Cancillería taiwanesa dijo tener informes de que entre los motivos primaba el compromiso de un préstamo de 3 mil millones de dólares al Estado dominicano.
Al decir que China había sobornado al país para que rompiera con Taiwán, el senador estadounidense Marco Rubio trató de arrojar más sombras sobre la imagen del país.
Por más conveniente que sea la decisión, pues no se puede negar que China es una súper potencia económica, las versiones tanto sobre el supuesto préstamo como del soborno denunciado no eran para ignorarse, sino para responderse como lo hizo Medina. Más todavía cuando las reacciones no han sido las usuales en decisiones similares adoptadas por otros países.
