Opinión

Daniel

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La sombra del Brexit

Se sostiene que el Brexit redistribuye las cartas de la geopolítica mundial, pero semejante enfoque tiene que verse a largo plazo, más allá de la simple coyuntura económica. La palabra Brexit es una expresión que se forma con dos vocablos ingleses: 1)Britain, el cual hace referencia a Gran Bretaña, en cuanto nombre del país y 2) exit, que significa salida. Ese término fue acuñado de la crisis financiera de Grecia y su posible salida de la zona euro.

El esquema de integración económico-política de la Unión Europea atraviesa serias turbulencias que amenazan a mediado y largo plazo su perdurabilidad, siendo el fenómeno más impactante la reciente aprobación del “Sí” en el referéndum del pasado 23 de junio sobre la consulta a los electores británicos acerca de su permanencia o salida de la UE. Al día siguiente del referéndum se produjo un derrumbe de las bolsas de valores de Londres, Nueva York y Tokio, entre otras, evaporándose en un abrir y cerrar de ojos alrededor de 2 billones de dólares.

El Reino Unido entró a formar parte de lo que entonces se llamaba Comunidad Económica Europea (CEE) en 1973 y, tras renegociar las condiciones de su entrada, celebró un referendo en 1975 sobre la permanencia. Pero Gran Bretaña siempre tuvo un pie fuera de la Unión Europea. Para el contexto latinoamericano y caribeño hay quienes sostienen que el principal efecto del ‘Brexit’ es la incertidumbre que genera para todos, por lo que resulta difícil calibrar con certeza sus consecuencias en la región, aunque los mercados desestabilizados, los sectores de exportación vulnerables y el creciente coste de los préstamos serán las consecuencias más probables.

Y es que el impacto en la economía regional trasciende el siempre momento de la entrada en vigencia del Brexit. Para el caso concreto de la República Dominicana se reconoce que los flujos de comercio con Gran Bretaña acusa un volumen residual, pues los últimos tres años el valor de las exportaciones representó sólo el 1,6 por ciento del monto global de las ventas de bienes al resto del mundo, en tanto que las compras de mercaderías británicas por parte de nuestro país apenas representó menos del 1 por ciento de las compras dominicanas a los mercados internacionales.

El gobernador del Banco Central de la República Dominica, economista Héctor Valdez Albizu, ha ofrecido declaraciones importantes sobre un posible impacto del Brexit sobre el conjunto de la economía dominicana. Reveló que durante el periodo 2010-2015, el flujo neto de inversión extranjera directa (IED) desde Reino Unido al país acumuló unos 90.5 millones de dólares, representando tan sólo un 0.7 por ciento del total de los flujos de inversiones directas captados por la economía.

Pero más allá de las turbulencias monetario-financieras que el Brexit pudiera ocasionar a corto y mediano plazo sobre el conjunto de la economía mundial, hay que asumir conciencia de que pudiéramos estar en la antesala de una reformulación de la Unión Europea, en cuanto esquema de integración económica.

El Nacional

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