Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

Hay miradas que matan… Mi abuelo Fabio Mella, gallero empedernido y tomador de tragos, acostumbrado a grandes apuestas sólo basadas en la palabra empeñada, me decía: “Siempre que hagas un trato, mira fijamente al otro a sus ojos”. El lenguaje corporal es clave para entender lo que puede estar pensando tu interlocutor y dentro de estas señales los ojos y la forma que adopta la mirada son determinantes.

La revista psicología positiva, que se publica en España, dice que dentro de la fisiognosia (estudio de los gestos faciales ), los ojos tienen una importancia capital para aproximarnos a la personalidad.
Veamos:
Pequeños.- Es un ser inteligente y activo. Se aburre con facilidad cuando no tiene objetivos interesantes. Pensé en los chinos.
Grandes.- Es un sujeto inteligente y soñador, pero también cómodo y egoísta. Redondos.- Puede tratarse de una persona lenta y carente de vivacidad. Almendrados.- Su gran astucia puede hacerlo a veces, un poco cruel. Hundidos.- Inteligente y con gran sentido crítico, aunque abatidos por momentos. Saltones.- Receptivo y curioso por naturaleza, con tendencia a la agresividad.

Rasgados.- De fuerte personalidad, suelen ofrecer una imagen misteriosa y reservada. Iris grande.- Suele expresar sus emociones. Iris pequeña.- Son personas que suelen ocultar sus sentimientos.
Lo que antecede no es compartido por mí, pero sé que muchos de mis lectores sacarán sus conclusiones. Hay miradas curiosas; otras, indiscretas; otras, seductoras acompañadas de otros gestos, como el guiñar los parpados o picarle los ojos a una dama que se pretende.

La “cortada de ojos” es un signo facial de desprecio o desaprobación.
El estrabismo o bizquera tiene sus interpretaciones. En la acepción popular si una dama “no se pone bizca” es signo de que no ha alcanzado el orgasmo.
“Se le aguaron los ojos” tiene múltiples interpretaciones, puede ser el resultado del dolor; de una emoción amorosa o sencillamente de un recuerdo, que puede ser grato o desagradable. El hipnotista trata de cansar la mirada de su paciente poniéndole a ver hacia un punto fijo mientras induce su relajación tratando de alcanzar un sueño profundo.

En los circos hay números con barajas, con sombreros y conejos, con cajas en donde una persona es partida en dos, donde los hechos ocurren a tal velocidad que la retina no discrimina o descompone el truco de la realidad. En el campo se le decía a las jovencitas “a los hombres no se le aguanta la mirada”, consejo que las alertaba a no dejarse seducir por un pretendiente que la miraba constantemente. El uso de las lentes correctivas y de los llamados lentes de contacto y sus multicolores posibilidades ha eliminado la frescura de una mirada angelical de la que tanto hablan los poetas.

Grandes personajes de la historia han sido invidentes pero compensan esta limitación con un desarrollo, a veces, excesivo de los demás sentidos.
De cualquier manera en sentido clásico el colérico enrojece sus ojos, el melancólico tiene los parpados y la mirada caída; el sanguíneo tiene una vivacidad especial en su mirada. Pero aunque hay miradas que químicamente acercan a dos seres enamorados con la flecha de Cupido, hay otras miradas que, por el contrario…. matan.

por: César Mella

El Nacional

La Voz de Todos