CMD: lecciones de unas elecciones
César Mella
cesarm2@codetel.net.do
El pasado miércoles acudieron a votar en todo el país los médicos con el propósito de renovar su junta directiva.
El Gobierno y el PLD auspiciaban la plancha número 2 que encabezaba el médico internista hematólogo Dr. Pedro Sing Ureña.
Amplios recursos económicos fueron empleados para restituir el derecho al voto a más de mil médicos que no estaban al día en el pago de sus cuotas.
Quinientos pesos por cabeza y una red nacional de profesionales que habían recibido beneficios diversos como nombramientos, traslados, obsequios y otros inductores, pues la palabra clientelismo no me gusta.
Es digno reconocer que las elecciones discurrieron en paz, armonía y con un nivel básico de organización.
¿Qué lecciones iniciales derivan de este proceso?
La presidencia del Colegio se parcializó de forma abierta con una de las planchas y perdió.
El PRD fraccionado y dislocado apoyó una plancha perdedora que llevó a un candidato con buena fama de gerente de negocios pero que no había ejercido la medicina.
El PRSC, partiducho bisagra, levantó una plancha oficial que no se mantuvo y dio dos traspiés mortales: el uno, que su candidato inicial terminó a los pies del candidato PRDeísta en una posición subalterna en la que perdió y su dirigente histórica la Dra. Inés Bryan aceptó en medio de un salto mortal un cargo subalterno (es la actual secretaria general) después de dar un salto mortal en lo que recuerda la “alianza rosada” y el saltimbanquismo degenerativo que abate a la institución centenaria.
Es indudable que la plancha número 5 que encabezaba el Dr. Wilson Roa estaba respaldada por los notables, pero no bastaba; articuló el mejor discurso, pero no fue suficiente.
Serias limitaciones de recursos; metodología de trabajo romántica y no basada en estadísticas; un producto candidato con buen discurso pero a ese pan le faltaba calor del horno de la experiencia y el tigueraje para pactar a cualquier precio.
La izquierda, dividida como siempre, se escindió entre un movimiento febrerista que levantaba al Dr. Clemente Terrero, que si de algo se puede enorgullecerse es haber ganado en su hospital el Robert Read Cabral (el Angelita) y pese a obtener un lejano cuarto y último lugar con una votación pírrica en su segundo intento por llegar a presidente, el sectarismo y el resentimiento no le permitieron ver que mas allá de las enemistades acumuladas. La política es sumar.
La izquierda también estuvo de manera digna con el agrupamiento del Dr. Roa cuya vigorosa votación no fue producto de dádivas ni de favores.
El Gobierno hizo su trabajo. Ya le quedaban pocas instancias por conquistar.
La tradición en el CMD era antigobiernista pero… Aun se siente la popularidad de la actual gestión en el manejo del Estado. Un ministro que no ha sido hostil a su gremio y una estrategia clientelar bien orquestada dan sus frutos. “Me venció el Estado” dijo una vez el actual presidente del país.
De casi 30 mil médicos que están inscritos en su colegio, me parece que no llegaron a diez mil los sufragantes. ¿Por qué? Por el desgaste que con los años ha acumulado la institución; por la merma de su liderazgo; por su falta de modernidad y gerencia…
¿Quien perdió?: el PRD
¿Quién ganó?: el PLD. Conquistó a pura papeleta favores, clientelismo y temores, el último reducto opositor que se vislumbraba en un gremio (¿colegio?) en declive.