El negocio de las gasolineras
El margen bruto por galón de combustible que recibe el propietario de una “bomba” de gasolina en la República Dominicana es el más alto entre los detallistas de combustibles de Centroamérica y gran parte de América del Sur.
En Centroamérica el margen bruto promedio del detallista varía entre el 4 y 6 % del precio final de cada galón, mientras que las bombas dominicanas se quedan con más del 10% por disposición del propio Gobierno (Resolución202, Ministerio de Industria y Comercio, 2014).
Esa es la razón – en parte – del vigoroso crecimiento del número de estaciones de gasolina con nombres y colores diferentes a los del viejo oligopolio que integraban Texaco, Shell y Esso.
Con ese margen, si una “bomba” vende 2 mil galones diarios de gasolina regular a precio de 200.10 pesos, su margen bruto ascendería a 40,020 pesos por día y a 1,200,600 (un millón doscientos mil seiscientos) pesos por mes. A esta cantidad habría que agregarle los márgenes recibidos por la venta de la gasolina premium, el gasoil regular y premium y los aceites para vehículos de motor.
Como un gran número de “bombas” venden varios miles de galones de gasolinas y gasoil por día, es razonable pensar que las mismas reciben hasta decenas de millones de pesos por mes como margen bruto.
Además, por lo regular una sola empresa detallista de combustibles es dueña de varias estaciones de servicios en una misma ciudad o municipio.
Naturalmente, margen bruto no significa beneficio neto, pero sabemos que el personal de una estación de gasolina no pasa de 5 o 10 personas, y que los costos fijos de terreno y depósitos son amortizables a muy largos plazos.
Si en naciones como Panamá, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Colombia y Perú, el margen para el detallista no pasa de 6% del precio final, significa que ese número es suficiente para cubrir costos y obtener ganancias razonables, por lo que es evidente que los dominicanos estamos pagando márgenes exagerados para beneficio del “bombero” apoyado por el Gobierno
