¿Qué Pasa?

Entre el cielo y tierra

Entre el cielo y tierra

Mary Leisy Hernandez

Parrillada en el parque –

Brasilia, Brasil.- Era un domingo sola en Brasilia. Me fui a caminar al enorme parque urbano de la ciudad para ejercitarme, aprovechando que mi marido había tenido que prolongar un viaje a Europa.

Mientras caminaba me encontraba con uno que otro que también se ejercitaba. Unos caminaban, otros corrían o andaban de bicicleta, pero la mayoría estaba en grupo disfrutando de comidas y bebidas en medio del verdor.

Mientras caminaba las escenas que pasaban eran muy diversas. Algunos habían llevado sus hamacas y las habían colgado entre los árboles, otros dormían sobre paños en la grama y otros preparaban su comida.

Ya había estado muchas veces en ese céntrico parque, el Parque de la Cidade.

Allí había ido a disfrutar de espectáculos de música, de diversas actividades y entre otras cosas de sentarme a hacer un picnic en los alrededores de su lago, pero nunca me había dado cuenta que tenía una enorme área con asadores, lavaderos y todos los recursos para que la gente preparaba los típicos churrascos que tanto gustan a los brasileños.

Luego de mucho caminar yo también me senté entre los árboles a disfrutar tranquila de la naturaleza.
Busque un espacio con mucha gente para evitar quedarme aislada en algún momento.

De pronto ya no estuve más sola en aquella ciudad que no era mi ciudad. Se acercó uno, otro y otro y de pronto yo también estaba en medio de un rico churrasco brasileño conversando, comiendo carnes con fejao ropeiro y otras delicias de la comida brasileña.

Cada tres minutos alguien me ofrecía una cerveza, un poco más de carne, de arroz o de cualquier otra cosa de las muchas que tenían. Era un grupo de unas 20 personas y algunos me pidieron mi número WshatsApp para invitarme al próximo churrasco.

Salí del parque con la barriga llena y el corazón contento con la buena acogida de ese grupo de brasileños que sin conocerme me hicieron parte de su bonita fiesta dominical.

Así es Brasil, así es el brasileño. Muy parecido por mucho al dominicano, solo que ellos se atreven más a acercarse a quien no conocen, le queda mucho de la confianza que la mayoría de dominicanos está perdiendo.

El Nacional

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